Dubai es una ciudad y emirato de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) conocida por su moderna arquitectura, sus tiendas de lujo y vida nocturna a golpe de talonario.

Está situada en la costa sureste del Golfo Pérsico y es uno de los siete emiratos que componen los Emiratos Árabes Unidos (EAU). Limita al sur con Abu Dhabi, al noreste con Sharjah y al sureste con el Sultanato de Omán.

Su economía está impulsada por industrias como la inmobiliaria, el turismo, la aviación y los servicios financieros, siendo un centro mundial de negocios y uno de los principales centros comerciales de Oriente Próximo con mercados tradicionales (zocos) y boutiques de lujo, con compras libres de impuestos, que atraen a turistas de todas partes.

Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo. A.Z.

Son famosos sus monumentos emblemáticos, como el Burj Khalifa, el edificio más alto del globo (al que le seguirá otro mayor próximamente).

En los edificios de alrededor se paga más su alquiler o venta, para obtener la vista al rascacielos, el Burj Al Arab, un hotel de lujo con forma de vela o la Palmera Jumeirah, una fricada artificial construida sobre el mar con la realización de una isla artificial que pasará a la historia.

Ahora se ha mandado realizar uno con el doble de tamaño, donde en el tiempo récord de cuatro horas, se vendieron casas con valor medio de cuatro millones de euros, y donde el otro pedazo de tierra en forma de mundo se ha quedado olvidado sin ningún tipo de gloria.

Cuesta acostumbrarse al intenso sol diurno que afecta a los ojos, por eso es más interesante frecuentar los restaurantes o las visitas en horario nocturno, además de evadirse del calor, aunque fuera suave en el mes de diciembre, cuando lo visitamos.

Las contradicciones son dispares, con ascensores cubiertos de agua, venta de solariums, aire acondicionado en las paradas, la ola artificial más larga del globo, estación de esquí y un sinfín de barbaridades a golpe de Petro dólares.

La fachada del Hotel Atlantis The Royal. A.Z.

Los ciudadanos europeos y americanos que llegan a hacer las arábicas, son en su mayoría jóvenes, muchos de ellos solteros y otros con familias en las que las compañías internacionales se aseguran de que estén lo más cómodas posible con parques, escuelas privadas de alto standing o urbanizaciones con todo tipo de comodidades.

La mano de obra no cualificada llega de países como India, Pakistán. Bangladesh o Afganistán. Los primeros conforman el 50% de la población de Dubái, trabajan con sueldos miserables de 200 euros en la construcción, en muchos casos durante siete días y habitan en barracones.

Impacta ver el lujo absoluto y absurdo en muchos casos con autobuses llenos de inmigrantes asiáticos rendidos de la jornada y del calor. El resto de los habitantes lo conforman malayos dedicados a la construcción, filipinos al servicio doméstico u hostelero y los africanos a la seguridad. En muchos de los casos llegan solos, dejando mujeres e hijos en su país natal.

Gastronomía

La comida local se basa en la propia cultura árabe, pero los platos son parecidos a los que se pueden encontrar en los países limítrofes como kebabs, cuscús y biryanis.

Con la modernización de la actual Dubái, la ciudad se ha convertido en una fusión de comidas traída por la multitud de culturas que la han invadido

Los productos del cerdo y sus derivados se pueden encontrar más de lo esperado, pero los restaurantes que lo quieran servir deben que tener un espacio destinado a ello para cocinarlo.

El precio de una cerveza puede rondar los 12 euros como mínimo y el alcohol es el componente que puede encarecer una comida en un restaurante que lo sirva, ya que no todos tienen la licencia.

Si se acude fuera de la urbe turística, comercial o financiera, se puede tomar un par de tés chai con botellines de agua por un euro toda la ronda.

El Waterfront Market. A.Z.

Waterfront market

Se trata de un mercado situado en la zona llamada Old Dubai, y es donde se encuentran los edificios antiguos, en el barrio histórico de Al Fahidi. En ella se pueden encontrar frutas, carne o pescado.

La primera impresión del mercado de pescado sorprende por su claridad y excelente limpieza. El género proveniente del Golfo Pérsico se muestra al visitante en un espacio climatizado sin olores y se pueden encontrar tilapia, lubinas, melba, langostinos, red snapper, sultán Ibrahim, pez gato, payaso o langostas, procedentes de Egipto o Arabia Saudí. El cliente, en muy mínimo porcentaje es local, el resto es proveniente de distintos lugares.

Mohamed, el pescatero que nos atiende nada más entrar, nos informa del horario non stop de 7/24 horas. Todas las muestras se encuentran sin precio y se debe de realizar el regateo con el vendedor.

Una vez obtenida la compra, es curiosa la sala de limpieza contigua en donde se realiza el desescamado, fileteado o el proceso que más se desee. Todo está debidamente organizado, la primera bolsa que se recibe es de color azul, cuando el pescadero lo procesa, pasa a uno transparente y cuando se recibe tras la espera numérica mostrada en una pantalla, se recoge en una roja.

Para los más curiosos, existe la posibilidad de observar cómo manejan las piezas por unas cámaras situadas en la parte superior del trabajador y mientas uno espera, se pueden ojear por medio de unas pantallas situadas en la sala de espera.

Sala de limpieza del Waterfront Market. A.Z.

Para redondear la experiencia, en los restaurantes que miran al mar en el exterior del mercado, tienen la posibilidad de ejecutar con distintas técnicas de fritura, cocción, parrilla o guisadas con salsa picante.

Pero el Waterfront Market no es sólo pescado, se pueden adquirir joyas de oro, té verde japonés, objetos de arte de temática árabe, además de carnes frescas, mucha casquería, frutas, verduras, especias, dátiles a granel de distintas procedencias como Egipto o las carnosas de Palestina, encurtidos de origen local y un sinfín de pescado seco para la obtención de caldos.

Atlantis The Royal

Situado en la punta de la palmera, es uno de los hoteles más espectaculares de Dubai, desarrollado y gestionado por Kerzner International, una operadora que lleva lujosos resorts.

Sorprende, una vez más, como en muchas de las visitas que se realizan en la city, el uso desmedido del agua, aquel elemento que tanto les hace falta, con excentricidades como un ascensor cubierto de agua.

Ceviches en La Mar. A.Z.

El espacio, con un diseño en forma de bloques superpuestos uno encima de otro, dispone de habitaciones de lujo con piscinas privadas que dan a la famosa palmera.

En el interior, chefs reconocidos mundialmente como el estrellado Heston Blumenthal y su concepto Dinner basado en cocina tradicional británica, la chef iraní estadounidense Ariana Bundy con Ariana’s Persian Kitchen, Jaleo de José Andrés, el japones Nobu o el peruano La Mar, de Gastón Acurio y su despliegue de ceviches con pescado proveniente de Galicia... El mundo al revés.

Restaurante Orfali Bros

Llegaba a esta casa acompañado por el gasteiztarra Alex Cristóbal, galardonado como mejor pastelero de Dubái. 

Los hermanos Orfali, de origen sirio, trasmiten entusiasmo a raudales en su local sencillo pero lleno de matices humanos y gastronómicos. 

Orfali Bros Bistro, que abrió sus puertas en 2021, fue nombrado número 1 de los 50 mejores restaurantes de Oriente Medio y Norte de África a principios de 2023 en la lista The World’s 50 Best Restaurants.

Mohamed Orfali. A.Z.

Su seña de identidad son la fusión de sabores y técnicas de distintos continentes. Las tradiciones de cada territorio se respetan, juntando las ideas que brotan de un equipo joven, tomando ingredientes, tradiciones e influencias de todo el mundo para crear su propia versión de la cocina árabe.

Dicen ellos que no son chefs, sino una familia que se alimenta del multiculturalismo y ofrecen juguetes comestibles en sus bocados, apoyados de agricultores y proveedores locales. 

La meticulosidad pasa por realizar sus propias pastas de sésamo, chocolate y diversos frutos para obtener la esencia con el que realizar mousses o salsas. 

En una cocina diminuta y organizada con gran precisión, perfeccionan sus majares.

El espacio se divide en un comedor interior y una terraza, no dispone de bebidas alcohólicas, pero en el menú no se echó de menos con el maridaje de kombuchas o fermentaciones carbonatadas en sifón.

Ajoblanco vieira de hokkaido, lima, caviar de aceite de oliva, ajo negro, pasas de tomate, del Orfali Bros. A.Z.

Los viajes y experiencias de los hermanos se nutren de ideas contemporáneas servidas con estilo. La carta muestra ingredientes en pleno mestizaje con técnicas que, con la amabilidad y entusiasmo de Mohamed, veterano cocinero de televisión y de restaurantes de Oriente Medio, redondean la experiencia.

Mientras él dirige la cocina principal, sus dos hermanos pequeños, Wassim y Omar, se dedican a la pastelería. Ambos son pâtissiers clásicos al estilo francés, pero con enfoques opuestos, lo que da lugar a una selección estelar de pasteles, bollos, éclairs y postres que salpican la carta. 

Pastelería del Bros. A.Z.

Catamos un delicioso Foie grass con avellana, vinagre de membrillo avellana y miso; Umami écalire de emulsión de boletus, glaseado de membrillo fermentado, nibs de cacao y prosciutto de buey; Ajoblanco vieira de hokkaido, lima, caviar de aceite de oliva, ajo negro y pasas de tomate; una pizza que elabora con una masa fermentada durante dos días para aportarle acidez; croquetas de apionabo, queso Comté de 18 meses y trufa mayonesa; y un sorprendente pan con tumaca con los frutos escabechados.

La parte golosa la bordan con unos acabados perfectos y sabrosos como Arroz con leche a la vainilla en esfera de mandarina, tarta de almendras y galleta de vainilla, o Tarta de chocolate negro con su mousse, cereza ácida y galleta de almendra. Todo ello a un precio imbatible.