El pleno del Parlamento Europeo ha acordado iniciar este mismo miércoles las negociaciones con el Consejo sobre las nuevas reglas fiscales de la UE, que volverán a limitar la deuda y el déficit tras cuatro años congeladas por la pandemia, y en las que parten con posiciones alejadas, especialmente en lo que respecta al espacio para las inversiones, pero con confianza en el acuerdo.

La posición del Parlamento para las negociaciones con el Consejo ha salido adelante con 431 votos a favor, 172 en contra y cuatro abstenciones, una "amplia mayoría" que supone un "importante y positivo paso adelante" de cara al acuerdo, según ha destacado el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, tras la votación.

Gentiloni ha apelado al "espíritu de compromiso" de los colegisladores porque "es necesario un marco que garantice estabilidad, inversiones y crecimiento sostenible en un momento de incertidumbre geopolítica".

Los Veintisiete ya pactaron su mandato en diciembre tras meses de negociaciones, pero ahora deberán acordar con el Parlamento Europeo la forma final del texto, antes de que este pueda entrar en vigor a tiempo para que las nuevas reglas se apliquen a partir de los presupuestos de 2025.

Este "hito" en el Parlamento se suma al "importante paso adelante" que ya dieron los ministros de Economía y Finanzas de la UE al alcanzar su enfoque general el pasado diciembre a pesar de que este "se desvía a desviarse claramente de las propuestas de la Comisión en algunos aspectos", ha explicado el comisario, que considera "crucial preservar la lógica" de Bruselas.

"No perdamos de vista el objetivo final: un marco reformado, que permita una reducción gradual de la deuda al tiempo que deja espacio para las enormes inversiones públicas que Europa necesita para afrontar con éxito los retos que tenemos ante nosotros", ha incidido, al tiempo que ha recordado que el calendario apremia y que "no hay mucho tiempo para cumplir".

"Con la proximidad de las elecciones europeas y la reciente desactivación de la cláusula general de escape --que mantenía congeladas las reglas--, es importante y urgente que finalicemos este expediente y aportemos claridad y previsibilidad a la política fiscal. Porque todos conocemos los límites de las antiguas normas", ha apostillado Gentiloni.

Respecto a los calendarios, varias fuentes comunitarias han coincidido en que las negociaciones deben culminar en la primera semana de febrero -antes del día 9- para concluir el proceso legislativo a tiempo, ya que al acuerdo entre colegisladores le seguirán preparativos para su implementación como la traducción legal del texto a los 24 idiomas oficiales de la UE.

Algunas de ellas se han mostrado bastante confiadas de cara al acuerdo y no creen que después de que el Consejo lograra un pacto firme, el Parlamento Europeo quiera tener la responsabilidad de prolongar la incertidumbre sobre la aplicación del nuevo marco fiscal.

Sin embargo, otras fuentes consultadas por Europa Press han advertido de la dificultad de culminar las negociaciones antes del 9 de febrero y, aunque son conscientes de la presión y la necesidad de trabajar rápido, reconocen que las fechas límites pueden moverse y que el trabajo puede acelerarse también en la etapa de carácter más administrativo.