En apenas un año, el Santuario de Estíbaliz ha experimentado una transformación que desde el propio Obispado de Vitoria califican de milagro. Hace año y medio, este histórico enclave languidecía con la salida de los últimos monjes benedictinos, sin visos de conseguir que una congregación tomase el relevo en el santuario y un bar Pater que cerraba unos meses después. Ahora, el Obispado cierra un año jubilar para la historia.
Los cambios han sido numerosos. Con motivo del centenario de la coronación canónica de Nuestra Señora de Estíbaliz, patrona de Álava y de la Diócesis de Vitoria, el santuario afrontaba un año jubilar y un futuro incierto. La llegada de las hermanas Peregrinas de la Eucaristía y la intensa actividad que se ha desarrollado durante este año se han visto recompensadas por una afluencia de personas que apuntan al inicio de una nueva etapa en Estíbaliz.
Se calcula que más de 65 000 personas habrán obtenido su acreditación como peregrinos en el Santuario de Estíbaliz al finalizar el Jubileo.
Y es que las cifras demuestran que el apoyo llega desde numerosos puntos de la geografía española en forme de peregrinaciones. Según cálculos de la Diócesis, para el cierre del Jubileo, más de sesenta y cinco mil personas habrán obtenido la acreditación que les confiere haber realizado la peregrinación desde sus lugares de origen hasta el Santuario. Aunque desde la Diócesis señalan que los números son aún mayores. Y hay una razón: muchas personas que vienen en grupo a hacer la peregrinación no llegan a solicitar su acreditación como peregrinos.
Desde la Diócesis definen esta transformación como “un renacer completo, una rehabilitación de todo lo que significa Estíbaliz como centro espiritual y cultural”. Una transformación que achacan al año Jubilar y a las dieciocho hermanas Peregrinas que se trasladaron al santuario. Dieciocho monjas que han sabido ganarse el cariño de los alaveses que llegan a Estíbaliz ya sea como peregrinos, visitantes o incluso en salidas en bici.
Las claves del renacimiento de Estíbaliz
Durante este año, el santuario y la Diócesis han desarrollado una intensa actividad, desde encuentros, peregrinaciones, misas,... Pero destacan dos actividades sobre todo.
Por un lado, la peregrinación de todos los primeros sábados de mes que sale de Vitoria hasta el Santuario, recorriendo los catorce kilómetros que las separan. Con esta actividad y la participación de numerosas parroquias han conseguido crear una comunidad, que en algunos momentos definen como una familia. Al finalizar estas peregrinaciones de sábado, el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde no ha faltado a la cita para celebrar una misa.
Por otro lado, la segunda actividad destacada son las peregrinaciones en grupo: de comunidades, de parroquias, colegios de Vitoria y, también de fuera de Álava. Al Santuario han llegado personas de otras provincias y países como Navarra, Jaén o Madrid o Francia. Y con peregrinos que continuarán llegando en los próximos meses.
Estíbaliz mira al futuro
Si algo ha demostrado el año jubilar es el interés que sigue despertando el Santuario de Estíbaliz en los alaveses tanto por motivos religiosos como culturales y sociales.
Conscientes de ello, la Diócesis quiere que Estíbaliz esté abierta a todo el mundo, creyente o no. Y con ese objetivo, se ha puesto en marcha un proyecto para abrir un Centro de Espiritualidad y Casa de Retiro en el antiguo centro de menores no acompañados. Será un centro para grupos y personas que vengan de Álava o de cualquier otro punto de España para que tengan un sitio para pernoctar, o reconectar consigo mismos. A eso se añade el restaurante y el bar Amaren Etxea (el antiguo Pater), que se han vuelto a reactivar y que serán también un lugar de atracción para visitantes.
“Va a ser un punto de referencia para los alaveses tanto en el entorno rural como en la capital”.
A fin de cuentas, Estíbaliz es un cruce de caminos y, desde la Diócesis consideran que debe estar abierto a todo el mundo. “Somos Camino de Santiago. Somos parada y fonda. Y también está el Camino Ignaciano, que queda relativamente cerca”.
En este sentido, con la apertura de este centro, la creencia es que el Santuario de Estíbaliz ganará todavía una mayor relevancia no solo religiosa sino también social y cultural.
Satisfacción en la Diócesis
Para el Obispado, el Jubileo ha supuesto un impulso considerable a la actividad religiosa de la provincia. Un impulso que ha sorprendido al propio obispo, y que le ha reafirmado en la necesidad de seguir apostando por el Santuario.
Si hay una emoción que condense la experiencia del Año Jubilar, tanto para el Obispado como para las Peregrinas de la Eucaristía, es la de profundo agradecimiento a los alaveses y a las comunidades tanto urbanas como rurales.
El Año Jubilar finalizará con una misa el 6 de mayo. Para celebrarlo hay preparados varios actos ente los que destaca el Jubileo de la Diputación y de los ayuntamientos alaveses que tendrá lugar el día 1 de mayo, coincidiendo con la celebración de la patrona y el Congreso Eucarístico y Mariano del 3 al 5. El mismo día 5 se cerrará la Puerta Speciosa y al día siguiente tendrá lugar una misa de acción de gracias que pondrá fin a un Año Jubilar del Santuario de Nuestra Señora de Estíbaliz que habrá supuesto un antes y un después.