Las autoridades italianas han ordenado el bloqueo durante veinte días de la nave humanitaria 'Ocean Viking', de SOS Mediterranée, por socorrer a 67 migrantes en varios rescates en el Mediterráneo Central cuando navegaba hacia el lejano puerto asignado de Ortona, en el centro-este del país, anunció hoy la ONG.
La entidad humanitaria, a la que también se ha multado con 3.300 euros, lamentó que el 'Ocean Viking' "pague el precio de la falta coordinación de las autoridades marítimas libias", pues "la tripulación cumplió su indiscutible obligación legal de rescatar a las personas en peligro en el mar".
Tras rescatar a 33 personas el barco humanitario se dirigía el pasado sábado hacia Ortona cuando recibió el aviso de una segunda embarcación en peligro con 34 migrantes a bordo que se encontraba a dieciséis millas náuticas de su ubicación.
Tras "más de dos horas intentando establecer comunicación con las autoridades competentes" y "no recibir respuesta", el 'Ocean Viking' decidió acudir a rescatar a las personas a bordo, ya que se encontraban "en peligro inminente", informó SOS Mediterranée en un comunicado.
"El derecho internacional no deja lugar a dudas: abandonar a su suerte a esos 34 náufragos en medio del mar habría sido ilegal, además de moralmente incorrecto. Las posibilidades de que el barco y sus ocupantes llegaran a tierra sin ayuda eran escasas", explicó.
El bloqueo se produce además poco después de que el 'Ocean Viking' rescatase a 75 personas que viajaban en un velero a la deriva en el Mar Jónico, tras recibir una petición por parte de la Guardia Costera de Italia para que socorriese a la embarcación.
Los barcos de SOS Mediterránee han sido bloqueados doce veces este año, "vaciando el Mediterráneo central de activos vitales de rescate durante el año más mortífero registrado en ese tramo de mar desde 2017", dijo la organización, en alusión a la política de la ultraderchista Giorgia Meloni de dificultar las labores de las ONG en el mar.
Su Gobierno considera que las ONG humanitarias favorecen la migración irregular y ha aprobado leyes para dificultar la labor de los barcos humanitarios destinándolos a puertos lejanos, además de imponerles multas y bloquear las naves cuando hacen más de un rescate o no siguen sus indicaciones.
El Ejecutivo de Meloni, que llegó al poder hace un año prometiendo en campaña, entre otras cosas, una gestión más dura de la inmigración, ha visto que las llegadas han aumentado notablemente en 2023, con 147.00 migrantes desembarcados hasta el 14 de noviembre, frente a los 92.881 del mismo periodo en 2022, según los datos oficiales.