Patxi Mangado (Estella, 1957) es arquitecto por la Escuela Superior de Arquitectura de la Universidad de Navarra, donde es profesor desde 1982. Es graduado en Economía por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). En 2008 fundó la Fundación Arquitectura y Sociedad, la cual ha recibido la medalla de oro CSCAE (Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España) 2015. Recientemente ha sido galardonado con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2022, y nombrado miembro de la Academia Francesa de Arquitectura.
Uno de los principales problemas urbanos a los que se enfrenta la sociedad es a la falta de la vivienda. ¿Cómo lo ve usted?
Es un problema serio, por un lado, en el contexto de la ciudad y, por otro, en el contexto de la sociedad en general. Diría que es un problema del que se habla mucho, pero es mucho más difícil de resolver en términos estructurales. Hemos llegado a una situación que además se ve en medio de una transformación social y económica preocupante, de aumento de las desigualdades, donde los ricos cada vez son más ricos, los pobres más pobres y las clases medias yendo camino hacia la pobreza. Siempre he dicho que el acceso a la vivienda debería ser un derecho constitucional. De hecho, hay ciudades, como Viena, que son referentes y que pueden ser útiles. Hay que tener en cuenta que las grandes operaciones urbanísticas de viviendas sociales de calidad en esa ciudad se hicieron en el periodo de entreguerras, y por ello, hoy es una ciudad que tiene una cultura social, económica y política asumida. Esto aquí es muy difícil y no lo veo una solución a corto plazo ni mucho más: habría que cambiar mucho la cultura del alquiler.
"Hemos llegado a una situación que además se ve en medio de una transformación social y económica preocupante, de aumento de las desigualdades, donde los ricos cada vez son más ricos, los pobres más pobres y las clases medias yendo camino hacia la pobreza"
Este hecho afectará principalmente a los jóvenes.
Claro, a las nuevas generaciones. Esto no sucede con las personas mayores que tienen una vivienda en propiedad. De hecho, su principal activo económico es la vivienda, porque es donde han acumulado todos sus ahorros. Ahora tienen que ver como sus hijos no pueden tener acceso a la vivienda. Hoy en día, habría que entender el alquiler como la única solución, pero para eso deberían ser buenas viviendas y en condiciones accesibles.
Como arquitecto, ¿qué medidas propone para garantizar la construcción de viviendas accesibles para todo el mundo?
No se puede hablar de la misma solución en países y en contextos distintos. Incluso a nivel estatal hay grandes diferencias entre unas zonas ciertas. Pero claro, la única solución que parece razonable es que todas las grandes bolsas de suelo que en este momento están en manos de los poderes públicos como consecuencia de un sistema de planeamiento urbanístico que les daba una serie de suelos rentacionales, todo eso se transforma en suelos para viviendas, y que haya una colaboración público-privada pero controlada. Pero hasta donde yo sé las colaboraciones privadas no renuncian a sus altos beneficios. Por lo tanto, tendríamos que hacer una política de suelo muy eficaz y ponerlo a disposición del mercado, a un mercado muy organizado y controlado, sobre todo en términos de la calidad de la arquitectura y de los costes y todo ello dentro de un contexto urbanístico donde los valores de la ciudad, los espacios públicos y los servicios fueran buenos.
"Tendríamos que hacer una política de suelo muy eficaz y ponerlo a disposición del mercado, a un mercado muy organizado y controlado"
Recientemente ha sido galardonado con la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes y le han nombrado miembro de la Academia Francesa de Arquitectura. ¿Qué suponen para usted estos reconocimientos?
A finales de mayo tengo la lección de ingreso en la Academia Francesa de Arquitectura. Estoy muy contento. Es muy difícil acceder y creo que nunca habían nombrado a un arquitecto español. Estoy preparando el discurso de ingreso que irá sobre la crisis contra la arquitectura, intentando explicar cómo estamos hoy, particularmente a nivel estatal, partiendo de la crisis inmobiliaria de 2008 ya que desde entonces se ha creado un contexto en el que es difícil hacer arquitectura. Es un discurso sobre la arquitectura que tiene que ver con los fundamentos económicos y culturales en los que debe inscribirse la arquitectura y que hoy en día no se produce porque la arquitectura está adquiriendo un carácter muy objetual y aburrido. La arquitectura es mucho más que dibujar; es un hecho cultural, que además es un hecho económico, histórico, geográfico, pero básicamente es un hecho cultural.