La primera ministra italiana, la ultraderechista Giorgia Meloni, aseguró hoy que en las naves de las ONG de rescate en el Mediterráneo "no hay náufragos, sino migrantes" y calificó de "extraña" la decisión de las autoridades sanitarias italianas de considerar vulnerables "por posibles problemas psicológicos" a todas las personas que permanecían en los barcos atracados en Catania (sur).
"El Gobierno respeta todas las convenciones internacionales y la prohibición impuesta a los barcos de las ONG de detenerse en aguas italianas más allá del tiempo necesario para garantizar las operaciones de rescate y asistencia a los sujetos frágiles está justificada y es legítima", dijo Meloni en la asamblea de parlamentarios de su partido, los ultras Hermanos de Italia (FdI).
En su opinión, en esas naves "no hay náufragos, sino migrantes, que subieron a bordo en aguas internacionales mediante el transbordo desde otros buques de enlace y el barco que los tomó a bordo está equipado y habilitado para acogerlos y atender todas sus necesidades de acogida", revelaron los medios locales.
Meloni aludía a los cuatro barcos humanitarios llegados en los últimos días al límite de las aguas italianas: dos noruegos, el Ocean Viking, con 234 inmigrantes, y el Geo Barents, con 572; y dos alemanes, el Rise Above, con 95 y la Humanity 1, con 179.
"He leído en los periódicos titulares surrealistas"
Tras un pulso de varios días entre el Ejecutivo, que en un primer momento sólo dejó bajar del Geo Barents y el Humanity 1 a los migrantes más frágiles, una segunda inspección médica constató que los "rechazados" en los dos barcos -a los que la prensa no pudo subir- sufrían dolencias psiquiátricas, además de un brote de sarna en uno y una huelga de hambre en el otro.
"Esta mañana he leído en los periódicos titulares surrealistas, alejados de la realidad. Por ejemplo, la decisión de la autoridad sanitaria de desembarcar a todos los migrantes en los barcos de las ONG, declarándolos frágiles por el posible riesgo de problemas psicológicos, no fue del Gobierno. Una elección, la de la autoridad sanitaria, que nos pareció extraña", aseguró Meloni.
La primera ministra añadió que su Gobierno se encuentra "sólo al principio del trabajo y aún queda mucho por hacer, también para contrarrestar décadas de propaganda inmigracionista que se ha instalado en todos los niveles y que solapa el plan de protección de los refugiados con el control de los flujos migratorios. Planes diferentes que no deben mezclarse".
"Con la izquierda en el poder se ha tolerado y alimentado una situación de total ilegalidad, pero estamos trabajando para cambiarla. El Gobierno italiano respeta todos los convenios internacionales y la prohibición impuesta a los buques de estas ONG de detenerse en aguas italianas, más allá del tiempo necesario para garantizar las operaciones de rescate y asistencia a los sujetos frágiles, está justificada y es legítima", insistió.
Meloni sin embargo no aludió a unas declaraciones del Gobierno francés en las que calificaba de "inaceptable" la actitud de Italia por no asignar un puerto al Ocean Viking, de la ONG francesa SOS Mediterranée y que ha puesto rumbo a aguas franceses debido al rechazo italiano.
El Gobierno de Meloni ha endurecido la política italiana con las ONG, a las que acusa de fomentar el flujo desde África, y ha emitido un decreto por el que solo permite el desembarco en su territorio de los más vulnerables, mientras que el resto debe quedarse dentro para luego ser devuelto a aguas internacionales.
Esos "desembarcos selectivos" han sido calificados por las ONG, la oposición y hasta los obispos italianos de "ilegales" e "inhumanos".