- El Gobierno belga y el de los Países Bajos anunciaron ayer la decisión de expulsar de sus países a 38 diplomáticos rusos a los que consideran una amenaza para la seguridad nacional. Irlanda y Chequia adoptaron similares medidas.

Así, el Gobierno belga decidió expulsar a 21 personas acreditadas como diplomáticos en la embajada de Rusia en Bruselas y en el consulado general ruso en Amberes por su implicación en operaciones de espionaje e influencia que amenazan la seguridad del país, anunció la ministra de Asuntos Exteriores, Sophie Wilmès.

Los afectados por la decisión deberán abandonar Bélgica en un plazo de 15 días, según precisó la jefa de la diplomacia belga durante un debate en la comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento federal.

“Esta decisión no es una sanción, está únicamente vinculada a nuestra seguridad nacional. Los canales diplomáticos permanecen abiertos con Rusia, la embajada de Rusia puede continuar funcionando y seguimos abogando por el diálogo”, comentó Wilmès, según recoge la agencia de noticias belga.

La medida se adoptó en coordinación con Países Bajos, que ayer también anunció la expulsión de 17 “oficiales de inteligencia” de Moscú que estaban adscritos a las representaciones rusas en Países Bajos “bajo cobertura diplomática” y argumentó, al igual que las autoridades belgas, que la presencia en el país de estos espías es “una amenaza para la seguridad” nacional.

En un breve mensaje, el ministro neerlandés de Exteriores, Wopke Hoekstra, detalló que este paso se tomó en coordinación con otros países “de ideas afines” y que esta medida se lleva a cabo “en el contexto de la seguridad nacional”.

La detección de la presencia de estos 17 espías en la embajada rusa en La Haya se basa en información del Servicio General de Inteligencia y Seguridad y el Servicio de Seguridad e Inteligencia Militar de Países Bajos.

Hoekstra subrayó que estos diplomáticos sospechosos de espionaje deben abandonar Países Bajos en un plazo máximo de dos semanas.

“Estas personas llevan escrito diplomático en sus tarjetas de presentación, cuando en realidad están haciendo algo totalmente distinto”, señaló el ministro, que no detalló el tipo de espionaje en el que están involucrados. El embajador de Rusia en Países Bajos fue citado ayer tarde para informarle de los detalles de la decisión.

No es la primera vez que Países Bajos expulsa a espías rusos a los que localiza en su territorio y una de las ocasiones más polémicas se registró en 2018, cuando las autoridades deportaron a cuatro funcionarios de los servicios secretos rusos que planeaban atacar, en un momento de investigaciones clave que involucraron a Moscú, la red de internet de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), situada en La Haya.

También Irlanda anunció que cuatro altos funcionarios fueron expulsados porque no habían desempeñado sus actividades “de acuerdo con los estándares internacionales de comportamiento diplomático”, aunque la medida buscaba enviar un “claro mensaje” sobre el rechazo de Irlanda a la invasión rusa. La República Checa también expulsó a uno.

Represalia Moscú responderá a la expulsión de diplomáticos rusos por parte de Bélgica, Irlanda, Países Bajos y Chequia, anunció ayer la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova. “Responderemos a todos”, afirmó al comentar la decisión de estos países. El Ministerio de Exteriores de Rusia también anunció la expulsión de diez diplomáticos de las tres repúblicas bálticas, Estonia, Letonia y Lituania, que adoptaron el 18 de marzo la misma medida debido a la “operación militar especial” rusa en Ucrania. Moscú convocó a la sede de Exteriores a los embajadores estonio, letón y lituano, a los que presentó una “firme protesta” por las acciones “provocadoras” adoptadas.