Con sus 43 años cumplidos el mismo día que se ha hecho con la presidencia de la Eurocámara, la popular Roberta Metsola es la persona más joven en llegar al máximo cargo de una institución comunitaria, la tercera mujer en liderar el Parlamento y la primera de Malta en asumir un puesto en la cúpula europea.
"Mi compromiso es que no me acobardaré ante decisiones difíciles y siempre representaré la visión de esta casa, en todas partes", dijo hoy al presentar su candidatura ante el plenario de la Eurocámara en Estrasburgo, donde expuso su concepción del rol que ahora le toca como presidenta: construir consensos, escuchar, acercar las diferencias y sostener el centro.
Muchos detalles de la vida de la eurodiputada, que creció en un pequeño pueblo costero al noreste de Malta, el país mas pequeño de la Unión Europea (UE), apuntaban a Europa mucho antes de su aterrizaje en Bruselas.
Se especializó en Derecho y Políticas en el Colegio de Europa de Brujas, la cantera de la diplomacia y funcionariado comunitarios, y fue una de las primeras estudiantes de su país en participar en el programa Erasmus.
Aún estudiante, hizo campaña por el sí en el referéndum de adhesión a la Unión Europea de Malta en 2003 y un año después vio cómo su país se incorporaba al bloque comunitario con otros nueve socios en la que a día de hoy sigue siendo la ampliación más potente que ha acometido este.
Metsola, de hecho, se presentó a las elecciones europeas de mayo de 2004 con tan solo 25 años, aunque no logró un escaño. Meses más tarde, se incorporaría a la representación permanente de Malta ante la UE como consejera legal y de cooperación judicial.
En 2009 volvió a quedarse a las puertas de entrar en la Eurocámara en las elecciones de ese año -a las que se presentó junto a su ya marido, finlandés- y tres años después dejó la representación permanente maltesa para entrar en el Servicio Europeo de Acción Exterior, la entidad diplomática europea, como asesora legal.
La tercera fue la vencida, apenas un año después, en su apuesta por la Eurocámara: logró ganar el escaño en una votación para suplir el hueco que dejaba un diputado maltés saliente y se convirtió en una de las primeras mujeres de Malta en ser eurodiputada.
Renovaría su cargo en las elecciones de 2014 y de 2019. De su trayectoria, compañeros de grupo y rivales políticos destacan su labor en la Comisión de Libertades Civiles, donde aborda asuntos tan candentes como la migración o el Estado de derecho y ha investigado a Frontex por las alegaciones de sus devoluciones en caliente en el Mediterráneo.
Contraria al aborto
Perteneciente al ala más liberal del Partido Popular Europeo, se declara defensora de los valores de la "solidaridad y dignidad" en materia migratoria y partidaria de normas para que los responsables de la corrupción en cargos públicos rindan cuentas, y también ha impulsado legislación para proteger a los periodistas de procesos legales abusivos destinados a silenciarlos.
El principal "pero" que le ponen los grupos progresistas y que ha sido un elemento de polémica durante la campaña ha sido el derecho al aborto, porque Metsola ha votado de manera sistemática en contra de todas las resoluciones o textos legislativos en torno a derechos reproductivos en la Eurocámara.
El sentido del voto de Metsola tiene que ver con el caso "peculiar" de Malta, el único país de la UE que prohíbe la interrupción del embarazo bajo cualquier circunstancia y que negoció un protocolo especial junto a su tratado de adhesión para señalar que la Unión no interferiría en su política sobre este derecho reproductivo.
Debido a esto, todos los diputados malteses, incluyendo los de grupos progresistas, se han opuesto sistemáticamente a los textos y resoluciones en los que se llama a ampliar el acceso a un aborto seguro.
En su país natal, donde el Gobierno socialista se ha visto inmerso en escándalos por corrupción o las circunstancias del asesinato de la periodista Daphne Caruana Galizia, fue sonado su rechazo a dar la mano al entonces primer ministro, Joseph Muscat, en una visita parlamentaria a Malta en 2019 en el marco de la investigación de la muerte de la reportera.
Muscat acabaría dimitiendo semanas después tras revelarse la implicación de su jefe de gabinete en el crimen.
Metsola es madre de cuatro hijos varones y en su cuenta personal de Instagram comparte a menudo imágenes de los pequeños y escenas familiares, así como recetas de cocina y repostería, una de sus aficiones.