- El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, propuso a la canciller alemana, Angela Merkel, la creación de un “corredor humanitario” para la salida de unos 2.000 migrantes de la frontera bielorruso-polaca, donde se encuentran varados desde hace más de una semana. “La Unión Europea (UE) crearía un corredor humanitario para 2.000 personas que se encuentran en el campamento” en la frontera, dijo ayer la portavoz de Lukashenko, Natalia Eismont.
Eismont precisó que esa fue la propuesta que le hizo el mandatario bielorruso a Merkel durante su primera conversación telefónica el pasado lunes desde el estallido de la crisis migratoria. “Mientras, nosotros nos podemos comprometer a ayudar, dentro de nuestras posibilidades y en caso de que la otra parte así lo desee, a que el resto de los 5.000 (migrantes que se encuentran en Bielorrusia) puedan volver a sus casas”, señaló. La portavoz especificó ayer que en Bielorrusia se encuentran “cerca de 7.000 refugiados”.
La funcionaria aseguró que Minsk “cumple con sus compromisos”, aunque solo cerca de 400 personas han expresado hasta ahora el deseo de regresar a sus países de origen.
Eismont se refería así a los 431 migrantes que abandonaron ayer Bielorrusia en un avión con destino a Bagdad en el primer vuelo de repatriación organizado por el Gobierno de Irak. La víspera Lukashenko y Merkel sostuvieron una segunda conversación telefónica en la que acordaron iniciar negociaciones entre la UE y Minsk a fin de resolver la crisis migratoria y designar a funcionarios que “iniciarán inmediatamente negociaciones con el fin de resolver los problemas existentes”, siempre según la versión oficial bielorrusa.
La portavoz del mandatario bielorruso sostuvo que “la Unión Europea no ha cumplido con una sola obligación” y “ni siquiera ha iniciado negociaciones a nivel de expertos todavía”.
La Cancillería alemana no confirmó la versión bielorrusa de las conversaciones telefónicas. El miércoles solo indicó que Merkel subrayó la necesidad de trabajar con la Agencia para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en cooperación con la Comisión Europea (CE), para proveer de asistencia humanitaria y posibilidades de retorno a los migrantes. En la actualidad, la mayoría de los migrantes indocumentados que intentaban cruzar la frontera con Polonia se encuentran en el centro logístico que se abrió el martes para ellos en la región de Grodno. De acuerdo con Minsk, en el último día 37 personas solicitaron ayuda médica a las autoridades bielorrusas. Los ayudantes entregaron 10.000 mascarillas a los migrantes y los médicos comenzarán a vacunarlos pronto contra la covid-19.
Precisamente, la conversación telefónica de Merkel con el presidente bielorruso levantó un indisimulado enfado entre las autoridades del Gobierno polaco. De hecho, el Ejecutivo de Varsovia hizo público su malestar con el papel de la dirigente alemana, antes incluso de que trascendiese la segunda llamada entre los dos dirigentes. De hecho, el portavoz, Piotr Mueller, aseguró en declaraciones a la cadena TVP que “no es un buen paso” a dar.
Por su parte, el viceprimer ministro, Jaroslaw Kaczynski, reconoció que es necesario “internacionalizar” la crisis, aunque también advirtió de que ninguna resolución podrá pasar “por encima de las cabezas” de los polacos.