- El secretario de Estado británico encargado del Brexit, David Frost, advirtió ayer de que las concesiones de la Comisión Europea (CE) para rebajar fricciones en el comercio entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte son insuficientes. “No van lo suficientemente lejos”, afirmó ante un comité de la Cámara de los Comunes Frost, que consideró que la propuesta europea no concuerda con la “ambiciosa liberalización del comercio” en la región que “quiere ver” el Gobierno británico.
“Lo que estamos intentando poner a prueba es si la Unión Europea (UE) es capaz de encontrar las bases para ir más allá de aquello que han puesto sobre la mesa”, detalló el negociador británico del Brexit, que espera que el diálogo en torno a este asunto llegue a una conclusión antes de finales de diciembre.
El Protocolo para Irlanda del Norte, integrado en los acuerdos del Brexit que firmaron Londres y Bruselas, entró en vigor el pasado 1 de enero. El Gobierno británico cree que los controles aduaneros que se establecieron a las mercancías que entran en la provincia británica procedentes del resto del Reino Unido crean demasiadas fricciones en su mercado interno.
La Unión Europea, por su parte, cree que el protocolo es necesario para mantener las condiciones que marcan los Acuerdos de Paz de 1998, que exigen que no haya una frontera física en la isla de Irlanda, así como para evitar la entrada sin control de mercancías en el mercado único europeo.
Ante el descontento de Londres, Bruselas publicó hace dos semanas una propuesta que contempla reducir en un 80% los controles sanitarios y fitosanitarios a las mercancías que cruzan desde Gran Bretaña hacia Irlanda del Norte.
Al comentar esa proposición, Frost dio la bienvenida al hecho de que la UE “por primera vez admite que podría estar dispuesta a cambiar sus propias leyes para lidiar con la especial situación de Irlanda del Norte”. Sin embargo alertó de que la brecha entre las posturas a ambos lados del canal de la Mancha “continúa siendo significativa”.