- La Comisión Europea (CE) presentó ayer una propuesta para impulsar, con la ayuda de Frontex, los retornos voluntarios de los migrantes que no tienen derecho a pedir asilo en la UE y que suponen una de cada tres devoluciones. Es la primera estrategia europea sobre retorno voluntario y reintegración y tiene el objetivo de facilitar un marco legal y operativo para los retornos voluntarios desde Europa y desde los países de tránsito, dijeron la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, y el vicepresidente de la CE, Margaritis Schinas.
También pretende mejorar la calidad de los programas de retorno y reintegración, establecer vínculos con iniciativas de desarrollo y fortalecer la cooperación con los países socios.
Según datos publicados por la CE en febrero, de los 491.195 nacionales de terceros países que se encontraban en la UE de forma irregular en 2019, solo lograron devolver a 142.320. El escaso número se debe a unos procedimientos fragmentados e ineficientes en la UE y al bajo nivel de cooperación con países terceros en la identificación y readmisión.
En la actualidad, los Veintisiete tienen acuerdos de readmisión con 18 países, que incluyen entre otros a Turquía, Pakistán, Albania, Cabo Verde o Bosnia Herzegovina. Además, hay pactos no vinculantes con Afganistán, Guinea, Gambia, Etiopía, Costa de Marfil, Bangladesh.
Otro de los problemas es que los programas de retorno voluntario asistido no tienen suficientes recursos ni una capacidad administrativa que permita el seguimiento de las decisiones sobre devoluciones. La comisaria Johansson dijo que solo un tercio de las personas que no tienen derecho a permanecer en la UE regresa a su país de origen, y entre ellos, menos del 30% lo hace voluntariamente.
Otro motivo por el que Bruselas quiere aumentar estos retornos está el coste: una devolución forzada asciende a 3.414 euros de media frente a los 560 euros que cuesta uno voluntario, según el Servicio de Investigación del Parlamento Europeo.