La Unión Europea (UE) afronta desde este jueves los tres meses que Bruselas considera clave en la campaña de vacunación contra el coronavirus, que deberían compensar un inicio de año accidentado para colocar al bloque en el camino hacia el 70% de mayores de edad vacunados para finales del verano.
El comienzo de abril marca la llegada de un periodo que se ha repetido como un mantra entre los círculos europeos: los incrementos en las entregas de vacunas del segundo trimestre deberían ayudar a superar con creces las tasas de inmunización que los Estados miembro han registrado hasta ahora y que dejan al bloque comunitario lejos de sus objetivos globales de vacunación.
"Los Estados miembro necesitan estar preparados para una aceleración en la entrega, organizando una vacunación en masa y campañas para convencer a los ciudadanos de ser vacunados", avanzó este miércoles el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, en Twitter.
Las cifras que Bruselas maneja para concluir el primer trimestre del año apuntan a que las farmacéuticas habrán entregado 107 millones de vacunas para el final de esta semana y, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, las administradas ascienden a más de 70 millones de dosis.
En torno a un 5,7% de la población europea mayor de 18 años ha recibido las dos pautas de la vacuna y a un 13,4% se le ha administrado la primera dosis, muy lejos del ritmo necesario para llegar a la meta autoimpuesta del 70% de adultos de la UE inmunizados para el final del verano.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró ayer "inaceptablemente lento" el ritmo de la campaña de vacunación en el continente.
UN COMIENZO ACCIDENTADO
El lento arranque de la campaña ha venido marcado por los retrasos en las entregas de AstraZeneca, que se ha quedado ligeramente por debajo incluso de los 30 millones de vacunas que se marcó como objetivo revisado tras prometer inicialmente 90 millones en los tres primeros meses del año.
También frenó el progreso de la vacunación las dudas de buena parte de los Estados miembros de la Unión Europea respecto al uso de la fórmula de esta farmacéutica anglo-sueca.
Primero, al restringir su aplicación a la población más envejecida sin tener en cuenta que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) la considera segura a partir de los 18 años; después, al detener temporalmente su uso tras detectarse casos raros de tromboembolismos en pacientes que ya la habían recibido.
La reevaluación que está realizando la EMA no ha identificado aún “ningún factor de riesgo específico, como la edad, el sexo o un historial médico previo de trastornos de coagulación para estos eventos muy raros” y tampoco “se ha probado un vínculo causal con la vacuna".
Por ahora, la EMA opina que los beneficios de la vacuna de AstraZeneca en la prevención del covid-19 “superan los riesgos de efectos secundarios” que pueda tener el fármaco.
Además, la Unión Europea también ha actuado para poner límites a las vacunas que exporta a terceros países tras constatar que desde diciembre hasta la semana pasada se habían enviado al exterior 77 millones de vacunas. De ellas, por ejemplo, 21 millones fueron al Reino Unido sin que este país exportara ninguna dosis de vuelta a la Unión Europea.
Por ello, Bruselas ha reformulado su mecanismo de control de exportaciones de forma que, para permitir la venta de los fármacos producidos en territorio comunitario a terceros países, se tendrá en cuenta si éstos también exportan dosis a la UE y a cuántos ciudadanos han vacunado, así como el cumplimiento de los contratos con Bruselas.
TODAS LAS ESPERANZAS, EN EL SEGUNDO TRIMESTRE
No obstante, todas las miradas están puestas en los 360 millones de dosis que, incluso teniendo en cuenta un nuevo retraso ya anunciado de AstraZeneca, deberían llegar a los Estados miembros entre abril y junio.
Serían 200 millones de vacunas de BioNTech-Pfizer, 70 millones de AstraZeneca (frente a los 180 prometidos), 55 millones de Johnson & Johnson (la única de una sola dosis) y 35 millones de Moderna, según anunció la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a mediados de marzo.
Aunque la alemana consideró sus propios números "conservadores", su directora general de Sanidad, Sandra Gallina, quiso rebajar las expectativas unos días después y cifró las previsiones en torno a 300 millones de dosis para el segundo trimestre.
"Estoy dando cifras que no son necesariamente las cifras en los contratos. No es inteligente inflar la cifra con AstraZeneca si no hay un cambio en su actitud", advirtió la alta funcionaria comunitaria.
Estos datos todavía permitirían poner a la Unión Europea en el camino correcto para vacunar al 70% de sus ciudadanos mayores de edad para el final del verano, teniendo también en cuenta la probable entrada de la vacuna de Novavax en la lista de las aprobadas en la Unión Europea.