La Unión Europea y el Reino Unido acordaron ayer seguir negociando el acuerdo sobre su futura relación antes de que acabe el año, incumpliendo otra fecha límite más en las conversaciones del brexit.
La decisión la tomaron la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula Von der Leyen, y el primer ministro británico, Boris Johnson, en una conversación telefónica que mantuvieron ayer y que duró veinte minutos "aproximadamente", según fuentes comunitarias.
Ambos mandatarios mostraron su pesimismo durante esta semana sobre las posibilidades de alcanzar un acuerdo y los próximos días serán clave para ver cómo evolucionan las conversaciones bilaterales, que podrían en teoría alargarse hasta el 31 de diciembre.
"A pesar del agotamiento después de casi un año de negociaciones, a pesar de que los plazos se han incumplido una y otra vez, creemos que es responsable, en este momento, hacer un esfuerzo adicional", afirmó la jefa del Ejecutivo comunitario, en declaraciones a la prensa, tras su conversación con Johnson. Por su parte, el primer ministro británico, dijo que el Reino Unido y la UE "aún están muy lejos en asuntos clave". En declaraciones a la BBC, el conservador Johnson mantuvo que su Gobierno "no se retirará de las conversaciones" con los Veintisiete, porque "un acuerdo es todavía posible" si la UE lo desea.
Al mismo tiempo, conminó a los ciudadanos y a las empresas del Reino Unido a prepararse para separarse del bloque sin tratado al término del periodo de transición el 31 de diciembre y empezar a comerciar bajo las normas genéricas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). "Pase lo que pase, al Reino Unido le irá muy bien", afirmó.
Desde que el Reino Unido celebrase el referéndum sobre el brexit en 2016, la fecha para su salida de la UE se fue posponiendo en varias ocasiones. Si inicialmente se tendría que haber formalizado el 29 de marzo de 2019, se acabó produciendo el 31 de enero de 2020. Desde entonces, el Reino Unido ya no es un Estado miembro de la UE pero Bruselas y Londres se dieron un plazo de transición que finaliza el próximo 31 de diciembre.
Poro eso, deben alcanzar un acuerdo antes del 1 de enero, si no quieren que su relación comercial se rija por las normas de la Organización Mundial del Comercio, que prevén aranceles tanto para las exportaciones como las importaciones.
"Hemos encomendado a nuestros negociadores que continúen las conversaciones y ver si se puede llegar a un acuerdo, incluso en esta última etapa", dijo Von der Leyen. El negociador europeo, Michel Barnier, y el británico, David Frost continuaron negociando ayer en Bruselas después de la conversación entre sus jefes, aseguraron las citadas fuentes.
La presidenta de la CE aseguró que la conversación telefónica con Johnson fue "constructiva y útil" y que hablaron sobre "todos los temas sin resolver".
Estos asuntos que siguen encallados son el de la pesca, la competencia justa entre empresas británicas y europeas y el mecanismo de resolución de conflictos sobre el posible pacto.
Ante la posibilidad de que el acuerdo no sea posible pese a los esfuerzos de última hora, Bruselas continuará esta semana con los preparativos para aprobar las medidas de contingencia que presentó el jueves pasado.
Estos planes pretenden minimizar el impacto de un brexit a las bravas a partir del 1 de enero, en ámbitos como el sector pesquero, las conexiones y la seguridad aérea y el tráfico rodado.
Desde Londres, el Gobierno británico movilizó cuatro barcos militares que patrullarían las aguas territoriales para evitar posibles incursiones de pescadores comunitarios a partir del 1 de enero, entre otras medidas de contingencia, si el acuerdo no se alcanzase.
El tiempo para que la UE y el Reino Unido alcancen un acuerdo apremia, pero ello no impide que haya cierta ironía en Bruselas sobre unas negociaciones que se alargan ya más de tres años.
Preocupa Gibraltar. La ministra de Exteriores española, Arancha González Laya, dijo que la ausencia de un acuerdo bilateral entre el Reino Unido y la UE "en las circunstancias actuales" de pandemia "sería muy negativo" para las economías. González subrayó que el Reino Unido "sufriría incluso más" que la UE si no se llega a un pacto sobre la futura relación, que entraría en vigor al fin del periodo de transición posbrexit, que acaba el 31 de diciembre. La ministra aseguró que tanto España como la CE y el negociador comunitario, Michel Barnier, desean un acuerdo, pero "se necesita a dos personas para bailar el tango" y las dos partes deben trabajar para llegar a un consenso. La ministra española reconoció que "preocupa" la futura situación de Gibraltar y sostuvo que es un deber mutuo, del Reino Unido y España, alcanzar un acuerdo que permita gestionar ese área de "prosperidad compartida" alrededor del Peñón, pues, si no hay pacto, "la frontera externa de la UE será Gibraltar".
"Creemos que es responsable, en este momento, hacer un esfuerzo adicional"
Presidenta de la Comisión Europea