Berlín - La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro británico, Boris Johnson, mantuvieron ayer sus posiciones encontradas con respecto al Brexit, pero manifestaron que creen que al final puede llegarse a un acuerdo. Las diferencias giran ante todo en torno a la salvaguarda para Irlanda, que obligaría al Reino Unido a seguir formando parte de la unión aduanera mientras no se definiesen las futuras relaciones con la Unión Europea tras el Brexit. “La salvaguarda es la expresión de un problema no resuelto. En el momento en que se resuelva el problema ésta no será necesaria”, dijo Merkel en una comparecencia conjunta ante la prensa durante la visita de Johnson a Berlín.
Johnson, por su parte, subrayó que el Reino Unido quiere una salida negociada, pero agregó que el acuerdo no puede mantenerse tal como está y subrayó que la salvaguarda no es aceptable. “La salvaguarda tiene que desaparecer, si eso es posible, entonces tendremos avances”, dijo el primer ministro británico.
Pese a las posiciones encontradas, Johnson se mostró optimista en que al final se llegue a una solución y recordó que muchas veces las negociaciones en Europa parecen sin salida y al final se encuentra un compromiso. “He seguido muchas negociaciones europeas en mi vida. Muchas veces todo apunta a una situación sin salida y al final, en el último tramo, aparece una solución. Es como en las carreras de caballos”, aseguró.
Merkel reiteró que celebraría un Brexit con acuerdo, pero a la vez subrayó que Alemania y la Unión Europea tienen que estar preparadas para la eventualidad de una salida abrupta. - Efe