Roma - El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, dio ayer la cara por su vicepresidente Matteo Salvini, al comparecer ante el Senado sobre la supuesta financiación rusa de su partido, la ultraderechista Liga, ya que él se ha negado a dar explicaciones.

“Seguramente por ahora no me constan elementos que resquebrajen la confianza que nutro por todos los componentes del Gobierno”, aclaró el primer ministro ante el Senado, donde tuvo que escuchar las críticas y abucheos de la oposición de izquierda. La Fiscalía de Milán investiga si la Liga de Salvini trató de obtener u obtuvo financiación por parte de Rusia mediante intermediarios próximos al ministro, después de que varios medios hayan publicado reportajes que así lo sostienen.

El primer ministro acudió al Parlamento para dar explicaciones, ya que Salvini lo ha desairado y se ha negado a aclarar temas que considera propios de “ciencia ficción”, que niega tajantemente, pero puntualizó que no seguía instrucciones suyas. Conte sí reconoció la presencia en actos del Ejecutivo italiano en Rusia de un colaborador de Salvini, Gianluca Savoini, presidente de la asociación Lombardía-Rusia y figura central del caso, pues se le acusa de negociar la supuesta financiación ilegal de la Liga.

Aunque apuntó que Savoini “no ocupa ni ha ocupado cargos oficiales como consultor o experto” para su Gobierno, confesó que estuvo presente en varios viajes oficiales y privados de Salvini a Rusia, como el que hizo en julio de 2018 para el Campeonato Mundial de fútbol. Pero Savoini también participó en la cena de gala que el Gobierno italiano brindó al presidente ruso, Vladimir Putin, en su visita del 4 de julio a Roma. Conte justificó su presencia porque este asistió a un foro socioeconómico paralelo a la visita de Putin y que, como todos los participantes, fue invitado a la cena, aunque fue acreditado por un consejero de Salvini, Claudio D’Amico. - G. Sánchez