Reconozcámolo, no nos vamos a aburrir durante esta legislatura. El ejecutivo español y Junts parecen empecinados en asegurar unas sesiones parlamentarias cuyos giros y desenlaces firmaría el mismísimo Hitchcock… aunque con escenografía de Berlanga. La tensión y los cuchillos afilados en el pleno del Congreso de esta semana han dado para varios trending topics.

Poca alegría

“De según cómo se mire todo depende”, cantaba Pau Donés. El superviviente Sánchez puede decir que, una vez más, ha esquivado una bala o salvado, a lo Nadal, un match ball agónico, porque a comienzos de semana los tres decretos que presentaba su Gobierno tenían todas las papeletas para no salir adelante. 

Pero le ha costado una vez más, y a falta de saber exactamente lo pactado con Junts, un buen roto en el prestigio y en la sensación de estabilidad de un ejecutivo que, ahora sí, parece resignarse a que Puigdemont le vaya a apretar las tuercas hasta la extenuación. Si la tónica va a ser como la de estos días, que no nos falten las palomitas, porque la legislatura va a estar vibrante.

Vendetta

Sí, salían adelante con mucha, mucha incertidumbre, dos de los decretos, pero no el que incluía la reforma del subsidio de desempleo, y que llevaba la firma de Yolanda Díaz. Quien le asestaba el golpe mortal en la votación era, oh, sorpresa, Podemos. 

Que se la tenían guardada a Díaz desde las filas, mejor dicho, desde las altas instancias del partido morado, era por todos conocido, pero lo cierto es que la vendetta ha sido de película. Qué de película, de blockbuster hollywodiense de esos de pirotecnia y efectos especiales a tutiplén. Lo de Sumar y Podemos ha derivado en una relación tortuosa que ríete tú de las letras de Pimpinela.

Ecuador

Claro que, si hablamos de situaciones límite, qué decir de lo que sucede estos días en Ecuador, un país inmerso, de facto, en un “conflicto interno armado” que tiene a la población atemorizada y encerrada en sus casas, los comercios cerrados a cal y canto y las calles asoladas por un estallido de violencia aterrador.

Una situación que recuerda a una distopía y que afecta a países limítrofes como Colombia y Perú. Este último ha oficializado el estado de emergencia durante varias semanas en cinco regiones ante el temor de que esta situación vaya para largo.

Desastre

Estamos acostumbrados a que, en cuestiones medioambientales, el ser humano tropiece dos veces, o más, en la misma piedra. 20 años después de que los famosos “hilillos” del Prestige asolaran la costa gallega, y no solo la gallega, afrontamos la versión 2.0 de ese desastre, con un porrón de pellets que han puesto de nuevo en alerta al litoral cantábrico tras el vertido del buque Toconao.

Ha sido trending topic el consejero de Mar de la Xunta al intentar restar importancia a la posible ingesta de pescado con este producto en su interior de regalo, ya que los pellets, enfatizaba, “entran por donde entran, y salen por donde salen”, como “sabe” cualquiera que, en sus palabras, “haya ingerido accidentalmente algún plástico”. Y se quedó tan ancho. 

No conozco a nadie que se haya zampado por error un plástico, y desconozco si su proceso de eliminación corporal es tan elemental en un humano, pero si esa es su manera de calmar a la población, que Dios nos coja confesados.