Las Campanadas de este año han tenido a muchos protagonistas en la pequeña pantalla, siendo David Broncano y LalaChus los elegidos en TVE. Los encargados de cerrar el año en la cadena pública dieron una despedida diferente, en una noche que dejó momentos para el recuerdo.
Una noche diferente
La transmisión de las Campanadas comenzó de manera sorprendente, con Broncano encaramado al tejado de Tío Pepe, equipado con su inseparable bombo, pero atrapado debido a la humedad de las tejas.
Su bajada fue todo un espectáculo, apoyado por nada menos que por los legendarios Lunnis. "Pido perdón por enseñar el culo en plenas Campanadas", bromeó el presentador, tras un plano de sus nalgas en pleno directo, envuelto en un esmoquin.
Por su parte, LalaChus deslumbró con un vestido de la diseñadora vasca Silvia Fernández. Elegante y sofisticado, el diseño incluía un escote bardot, semitransparencias y una falda con sobrecola, todo acompañado de destellos.
Un estilo único y rompedor
La química entre Broncano y LalaChus convirtió la formalidad de las Campanadas en una conversación entre amigos. "Estamos haciendo que la gente pase un buen rato", afirmó David Broncano, dejando claro que su intención era compartir una velada amena.
Para romper con lo tradicional, el dúo tuvo un gesto poco habitual. En un momento dado de la retransmisión, los presentadores saludaron a sus colegas de Antena 3, Cristina Pedroche y Alberto Chicote, con un megáfono.
Aunque al principio sus gritos no parecían ser escuchados, finalmente lograron una respuesta desde el balcón vecino. "Se ha escenificado algo bonito, que es tender puentes", señaló Broncano.
Momentos inolvidables y mensajes con propósito
Entre bromas y ocurrencias, hubo espacio para gestos significativos. Broncano y LalaChus incluyeron saludos en catalán, euskera y gallego, en línea con el compromiso de RTVE de promover el plurilingüismo.
Si bien los intentos no fueron perfectos, destacaron como una muestra de inclusión. Además, recordaron a las víctimas de la DANA, enviando un mensaje de apoyo a Valencia.
Broncano, siempre fiel a su estilo, aprovechó la ocasión para cambiarse de zapatos en directo, mostrando unos calcetines rojos que le había enviado David Bisbal, mientras LalaChus bromeaba al calificar al cantante como "nuestra Mariah Carey".
Deseos para un año mejor
En la recta final, ambos presentadores compartieron sus deseos para 2025. Broncano pidió "una vivienda digna para todos, que la gente pueda vivir sin dejarse la vida".
LalaChus, por su parte, abogó por que "dejemos de opinar sobre los cuerpos ajenos", un mensaje respecto a las críticas que recibió en redes sociales cuando se anunció su participación en las Campanadas.
La humorista también llevó consigo una estampita de la vaquilla de ‘El Grand Prix’ y una uva como amuletos, en un guiño a la importancia de la televisión pública y su papel en la construcción de recuerdos compartidos.
Las Campanadas: recibiendo el año nuevo
Como en casi todas las culturas, las Campanadas son una tradición muy arraigada en muchos países. Este acto marca la transición entre el año que termina y el que comienza.
Este evento se vive con gran felicidad y seguimiento, representando un momento de unión, esperanza y celebración a partes iguales. En loq ue al Estado se refiere, esta tradición tiene su epicentro en la Puerta del Sol de Madrid, donde el reloj del edificio se convierte en protagonista.
Celebración a lo grande
Durante varias horas, miles de personas se concentran allí, mientras millones lo siguen por televisión, para cerra el año con las clásicas doce campanadas.
La tradición que consiste en comer una uva por cada campanada supone dar deseos de suerte y prosperidad para los meses venideros.
Más allá de su simbolismo, las Campanadas son un momento de conexión. Familiares y amigos se reúnen en casa o en plazas, compartiendo risas, abrazos y buenos deseos. Es un instante lleno de emociones, donde los retos del año anterior quedan atrás y se renuevan las esperanzas.