La salida de Mediaset de Paolo Vasile y la llegada de Alessandro Salem como nuevo consejero está trayendo muchas novedades que afectan principalmente a Telecinco y a sus programas del corazón. Si hace unos días se conocía que quedaba prohibido hablar de trece personajes famosos, entre ellos Rocío Carrasco, Antonio David Flores, Kiko Rivera y Bárbara Rey, ahora se ha sabido que se ha impuesto un Código Ético a sus trabajadores internos y externos.

Así se les ha trasladado a todos ellos a través de un comunicado y esas normas han entrado en vigor este lunes. “No se tolerará ningún incumplimiento”, afirma la circular enviada, que asegura que se consideraría “falta laboral”. Mediaset ya tenía un Código Ético desde 2011, pero según publica El Mundo se ha añadido un nuevo apartado titulado “Principios rectores en programas de entretenimiento”.

Y ese nuevo punto comienza con la prohibición de dar opiniones políticas ni alegatos en esos programas. “Los programas de entretenimiento son eso mismo, de entretenimiento y, por lo tanto, sus presentadores y colaboradores deben abstenerse de emitir opiniones, preferencias o comentarios políticos en el seno del programa”, dice el comunicado, que parece ir dirigido específicamente a Jorge Javier Vázquez. El presentador de Sálvame nunca se ha cortado a la hora de mostrar sus preferencias políticas de izquierdas y de criticar a políticos como Isabel Díaz Ayuso aprovechando el altavoz de su programa, pero desde ahora deberá guardarse esas opiniones si no quiere exponerse a sanciones.

Eso sí, esa prohibición no afectará a Ana Rosa Quintana, que podrá seguir realizando sus editoriales de derechas en el programa que lleva su nombre, al considerarse que es un espacio de contenido político.

El resto de prohibiciones parecen estar redactadas pensando en Sálvame ya que, por ejemplo no se podrá atacar a otro programa, presentador o colaborador de la compañía y no se podrá abandonar el plató sin causa justificada, algo más que habitual en el veterano programa vespertino de Telecinco.