Reparte su tiempo entre el periodismo y la literatura, y en ambas ambientaciones se siente muy bien. En esta entrevista habla de su nueva criatura literaria y también de los difíciles momentos informativos vividos por la pandemia.
La vida desnuda, un libro muy especial para usted, según parece.La vida desnuda,
Sí, y por muchos motivos. A los pocos días de recibir por él el premio Azorín se declaró el estado de alarma y ni siquiera llegó a la imprenta en aquellos momentos. Ha estado como nosotros, tres meses confinado.
¿Se siente mejor escribiendo novela que ensayo?
Me siento cómoda escribiendo y comunicando. En el caso de la literatura, la satisfacción es enorme. Escribir historias es poner la mente en blanco, dejarla girar a mil revoluciones. Para mí es dar vida a un imaginario y crear personajes, darles vida, trazar tramas y envolverles en una historia. Para mi escribir es la libertad absoluta.
¿Más libertad que cuando comunica en televisión?
Siempre tengo libertad a la hora de comunicar e informar. Pero cuando estoy en un informativo tengo que ceñirme a los hechos, no hay imaginario, hay realidad€
Pero esa realidad siempre va a tener un punto de elaboración personal, ¿o no?
¿Hablas de manipulación de la realidad?
No he dicho tal cosa, ni siquiera me he aproximado a esa afirmación.
Por supuesto. Los hechos son los que son y tú no los puedes cambiar. Les das tu sello personal, pero no tienes más remedio que contar la historia tal y como es. Para mí, la literatura es el complemento ideal para mi faceta de periodista. Imaginar y escribir historias me hace feliz, me siento increíblemente bien cuando veo crecer a mis personajes.
¿Tiene tanto tiempo libre como para escribir un libro con regularidad?
Tengo tanto tiempo como todo el mundo, el tiempo lo saco conciliando, como todo el mundo. Paso meses dibujando los personajes y cuando ya los tengo en mi cabeza, cuando la historia se ha revelado al completo, me siento delante del ordenador. Se trata de encontrar la hebra y tirar de ella. Cuando tienes que dedicar tiempo a otras cosas, buscas el momento para escribir o para hacer aquello que te guste mucho. Escribo con mucha pasión y araño horas al día, a la noche y a lo que haga falta.
"No hay vidas perfectas"
Thriller sentimental, familia, intriga... ¿Qué es La vida desnuda?Thriller
Qué complicado, ¿verdad? Definir algo que te ha llevado mucho tiempo elaborarlo es muy difícil. Es una novela de secretos familiares, es una novela sobre la vida, sin más. En todas las personas hay distintas vida, las visibles y las invisibles, las que mostramos y las que ocultamos. Hay un thriller en cuanto a emociones. El lector irá descubriendo todo de la misma forma que lo hace Gala, la protagonista. Y nada es lo que parece a su alrededor. Las vidas no son tan perfectas como parecen, incluso en su núcleo cercano.
¿Vidas con muchas capas?
Exacto. Pero ocurre lo mismo en la vida familiar. Uno siempre piensa que conoce bien a su familia, que no hay secretos, que nunca le han ocultado nada y que lo sabe todo de ella. Incluso puedes llegar a pensar que las vidas ajenas son perfectas.
Y generalmente no lo son, ¿no?
No hay vidas perfectas tal y como entendemos lo de perfectas. Nuestra vida no es lo único que quiebra en ocasiones, las de los demás también sienten como esas vidas, aparentemente perfectas, se abren y saltan los secretos. Todo el mundo tiene un cadáver en el armario. Para Gala, mi protagonista, es muy importante lo que está ocurriendo. En apenas 48 horas va a aprender mucho de sí misma. Va a descubrir que no es tan raro lo que a ella le pasa y que todos ocultamos u omitimos información.
¿Por qué cree que omitimos información y mantenemos la imagen de vida perfecta?
Por muchas cuestiones. A veces es por miedo a los demás, otras por miedo a nosotros mismos, por sentimiento de culpa. A Gala le pesa mucho el sentimiento de culpabilidad. No revela ciertas cuestiones porque se sentiría avergonzada, pero a medida que la novela avanza se va despojando del miedo y de la culpa.
¿Tenemos secretos incluso para nosotros mismos?
No los llamaría secreto, si están dentro de nosotros, sabemos lo que hay€
Solo que quizá no queramos saberlo o sacarlo a la superficie.
Lo que ocurre es que posiblemente nos cuesta mirarnos al espejo completamente desnudos, en el sentido más metafórico. En La vida desnuda Gala despoja a todos de sus vestidos y todos los personajes quedan en su esencia. Quizá no tengamos secretos para nosotros mismos, pero sí que resulta maravilloso cuando tenemos la capacidad de sorprendernos y cuando vemos que no éramos tan previsibles para nosotros mismos.
"He vivido ese amor sin condiciones"
¿Cuándo cree que nos sorprendemos más?
Cuando ante una situación difícil tomamos una decisión que no esperamos y nos sorprendemos diciendo: Pero, ¿cómo he decidido esto? Pensaba que era más conservadora, que nunca sería capaz€
También es una historia que habla del amor sin condiciones. ¿Cree que en los tiempos que vivimos existe el amor de ese tipo?
Por supuesto. Estoy convencida y lo estoy porque yo he vivido ese amor sin condiciones.
¿No es un amor que esclaviza?
No. Hay amores que son incondicionales y en La vida desnuda se habla de muchos tipos de amor. Quizá cuando tú dudas del amor sin condiciones solo te refieres a uno.
Quizá. Pero es del que más se habla en la vida de una persona.
¿Tú crees? Está el amor de pareja, por supuesto; pero está también el amor que llega a través de los lazos familiares. Estos lazos son los que nos van formando y conformando en lo que somos. En este libro el lector descubrirá que hay amores que son totalmente generosos e incondicionales.
¿Algo difícil en el amor de pareja?
No. En el amor de pareja caben todos los tipos de amor. Está el amor incondicional y generoso, pero también está el amor egoísta, quizá sea ese el que esclaviza, o no. Todo es relativo.
Hablemos de la profesión, el periodismo. En todos los medios tenemos una terminología impensable hace tan solo unos meses: coronavirus, confinamiento, pandemia, brotes, rebrotes, rastreadores€ ¿Cree que alguna vez volveremos al curso de una información menos apocalíptica?
Confío que ocurrirá. Pienso que lo que el cuerpo nos pide, aunque solo sea por supervivencia, es intentar pasar páginas y plantearnos el verano de manera positiva.
Pues no lo veo tan claro, más que de manera positiva, el verano se está planteando de manera restrictiva.
No hay que olvidar lo que ha pasado, lo que aún está pasando. Todo ha sido muy grave, muy doloroso y tenemos que aprender.
Aprender parece un verbo difícil de conjugar, quizá resulte más fácil el verbo olvidar.
Sí, es posible. Aprender significa no cometer los mismos errores, significa actuar con cautela, prudencia y responsabilidad. Está muy bien que queramos alejar de nosotros ciertos vocablos, pero hemos vivido una situación desgarradora que no deberíamos olvidar.
Usted lo ha vivido en primera línea informativa€
Como muchos otros compañeros, y como todos vosotros, cada uno en su puesto. Tengo que reconocer que era duro no poder dar buenas noticias, ser transmisora de malas noticias ha supuesto para mí un lastre.
¿No se ha sobredimensionado la información sobre la pandemia? Ha habido días en los que las 24 horas las pasábamos sumidos en el relato del coronavirus y muchas veces con repetición de datos y argumentos.
Es que esta enfermedad lo acaparaba todo. Tendremos que hacer lecturas posteriores para ver dónde los periodistas nos hemos equivocado, no somos infalibles. Los riesgos a no estar en la justa medida siempre existen.
¿Volveremos a la normalidad algún día y dejaremos atrás esta inquietante nueva normalidad?
Esperemos que sí. Todos lo deseamos. Olvidar no vamos a poder, pero podremos aprende a vivir de nuevo.
PERSONAL
Edad: 43 años. (16 de septiembre de 1976).
Lugar de nacimiento: Elche (Alicante).
Trayectoria: Es diplomada en Turismo y después se licenció en Ciencias de la Información. Su primer contacto con el mundo informativo fue en EFE radio. Durante seis años, 2000-2006, estuvo en TVE. Después llegó Antena 3, es su actual cadena y ha pasado por diferentes horarios informativos, desde el matinal hasta el de fin de semana, pasando por el de las nueve de la noche. Ha escrito tres novelas: La luz de Candela; Olvidé decirte quiero; El tiempo. Todo. Locura; y La vida desnuda.