Para la actriz gallega Mónica Regueiro esta experiencia profesional ha sido única. Se ha enfrentado a grabar desde casa con un teléfono móvil junto a su pareja, el reconocido actor Fele Martínez, y un niño de dos años revoloteando alrededor. Cree que es una nueva forma de reinventar la profesión, sobre todo al ver cómo otros mercados internacionales han comprado esta idea.

Diarios de la cuarentena, ¿divertimento, trabajo o terapia?

Creo que todo. Date cuenta de que en este sector, el de los actores y actrices, hay un porcentaje de paro del 90%, una brutalidad, ¿no te parece? Lo último que podía pensar es que yo pudiera teletrabajar como actriz.

Entonces, una feliz idea...

Y tanto. El trabajo de actor o actriz tiene muchas cosas maravillosas, pero una de ellas no es el teletrabajo, o al menos eso creía yo. Diarios de la cuarentena me llegó, o nos llegó a Fele y a mí, de una forma inesperada, y yo me siento agradecidísima. Somos unos privilegiados a nivel mundial. Hay países que han comprado este formato, que es muy novedoso y una forma de salir adelante en una situación límite. Grabar en casa ha sido reinventar la profesión.

¿Se podría mantener después de que todo esto pase?

No lo sé. Me imagino que no con los mismos parámetros de guion, pero será posible hacer muchas cosas sin salir de casa, más de las que nos imaginábamos cuando todo esto empezó. Se podría hacer contando otras historias. De todas formas, esperemos que entremos en poco tiempo en una normalidad relativa y que todos podamos retomar nuestras vidas donde las dejamos hace algo más de dos meses.

¿Usted cree?

No sé si lo creo o es lo que espero o con lo que sueño. Va a ser difícil coger de nuevo el pulso, pero algún día todo esto pasará.

Solemos tener memoria frágil, ¿lo olvidaremos?

Olvidar no, pero creo que lo superaremos. ¿Sabes lo que me gusta de este proyecto? Que para los poquitos medios que teníamos ha quedado muy digno técnicamente.

"Nos tendremos que reinventar"

En su casa viven de la interpretación, ¿tienen otros proyectos?

Estamos a la espera de cosas que se han parado. Yo en concreto estoy esperando tener noticias de la segunda peli de Daniel Guzmán. Cuando llegó el confinamiento estábamos con ensayos en la preproducción. Ojalá podamos empezar a rodar a mediados o finales de junio. Será con nuevas condiciones, claro, y todo el mundo nos vamos a tener que adaptar, lo queramos o no.

¿Cómo cree que serán esas condiciones?

Equipos más reducidos, niveles altos de protección, distancia física€

¿Se podrá hacer cine guardando las distancias de dos metros?

Habrá que verlo, pero supongo que será así hasta que encontremos una vacuna. Nos tendremos que reinventar. Y también estamos pendientes de proyectos de teatro; Fele está esperando a ver qué pasa con el festival de Mérida.

Que los aforos van a ser reducidos...

Sí, pero Mérida tiene capacidad para 3.000 personas, y si se reduce a la mitad aún hay sitio para 1.500 espectadores. Almagro, que también tiene un festival mítico, sigue manteniendo la cita. Por mi parte, también tengo un proyecto teatral para diciembre y ojalá podamos estrenar, pero aún faltan meses.

Ser actor en tiempos de coronavirus parece una maldición. Era un sector en alza con la presencia de las plataformas, pero, ¿se recuperará?

Me lo pregunto cada día. Intento ser muy positiva y ser optimista, y pienso que siempre hemos conseguido superar las malas situaciones, que siempre nos hemos reinventado y que siempre lo haremos. Diarios de la cuarentena es un ejemplo. Nunca se hubiera pensado en tal fórmula antes de esta crisis. Cómo me iba a imaginar que iba a grabar en mi cocina o en mi salón, que iba a recibir las instrucciones de los directores por Skype, con equipos que no van más allá de teléfonos inteligentes y un programa informático que adapta la imagen a televisión€ Quizá es el momento de pensar en nuevos métodos.

¿Qué era lo último que había hecho?

Estuve haciendo Centro médico y algunas intervenciones en cine. La última película fue Hacerse mayor y otros problemas, una cosa pequeña pero que me gustó mucho porque la hice al lado de Antonio Resines.

¿Se ha olvidado de los trabajos realizados en su tierra, Galicia?

Eso jamás. Tengo muy presente Marea vivas, serie que supuso el resurgir del audiovisual gallego. Después me mudé a Madrid y aquí estamos.

Una parte importante de su trabajo ha estado al otro lado de la cámara y al margen de los escenarios teatrales.

Estuve durante un tiempo formándome en la gestión y en la programación de espectáculos en el Teatro Lara. Después decidí zambullirme en la producción y monté mi propia empresa. Lo hice en 2013, en plena crisis, cuando no era el mejor de los momentos.

Y ahora produce e interpreta.

Sí. Tener una empresa propia me ha permitido involucrarme en proyectos para otros y también desarrollar mi carrera como actriz.

¿En qué tipo de proyectos entra?

En aquellos en los que creo y a los que me gustaría asistir como público. Egoístamente, produzco lo que a mí me da placer. Mira, justo antes de la cuarentena, en la semana del Día de la Mujer, estuve en Ibiza con la primera película que he producido, Llueven vacas, centrada en la violencia de género. Es un proyecto muy personal en el que todos hemos volcado nuestras fuerzas, y hay actores como Maribel Verdú, Eduardo Noriega, Laia Marull, Asier Etxeandia, Víctor Clavijo y Secun de la Rosa.

Vayamos a su vida. ¿Cómo conviven dos actores juntos? ¿Sobrevuelan los egos en casa?

Egos, pocos. Fele, y no es porque sea mi pareja, no sabe lo que es el ego. Te lo dirá cualquiera que haya trabajado con él, te hablarán maravillas, porque es muy difícil hablar mal de Fele€

Pero fácil hablar con pasión de él, ¿no?

Ja, ja, ja€ Sí, pero va más allá de la relación de pareja, porque estamos hablando de trabajo. Tiene cero de ego, de verdad. Y fíjate, con uno de los currículos más espectaculares del país. Estaba todavía en la escuela estudiando para actor, tuvo la oportunidad de hacer Tesis y se estrenó con un Goya. Fue una película que cambió el cine que se estaba haciendo hasta ese momento, y a partir de ahí no ha parado de trabajar con directores muy importantes. Es muy poco dado a alardear de cualquier cosa que tenga que ver con su trabajo. Es modesto, currante y muy centrado en su familia y sus amigos.

"Sería necesario que hubiera más productoras, directoras y guionistas"

Si hay pocas mujeres en la dirección audiovisual, aún hay menos productoras.

Pero creo que como en todos los sectores. La presencia femenina sigue estando por debajo de la masculina. Nuestro caso no podía ser una excepción, pero es que además está todavía por debajo de la media. Pienso que en general hay pocas mujeres en puestos de mando donde se tomen decisiones. Cada vez somos más las que recorremos ese camino, aunque el porcentaje sigue siendo muy bajo.

¿Iría mejor el mundo con más mujeres al mando?

Ja, ja, ja€ Creo que tendría que haber más equilibrio. Sería necesario que hubiera más productoras, directoras y guionistas mujeres, y también en otros puestos. Supondría más contenido hecho por y para mujeres. El sector en el que nos movemos no deja de ser una industria y somos las mujeres de más de 40 años las que más consumimos en España teatro, series y cine.

Gustándole tanto la interpretación, usted eligió como licenciatura la de Publicidad y Relaciones Públicas, ¿por qué?

Era una rama de Ciencias de la Comunicación que siempre me había interesado mucho. El año que yo empecé en la universidad comenzaba a impartirse en Galicia esta especialidad. El trabajo de actor y actriz no deja de tener una parte muy importante de relaciones públicas: tú eres tu propio producto y necesitas promocionarte, venderte y trabajar en ti. Me pareció complementario e interesante. Hice las prácticas en la televisión de Galicia y trabajé en la radio durante un tiempo. Hice el proyecto de fin de carrera sobre Julio Medem. Mi paso por la universidad ha sido de las vivencias que más me han marcado y de las que más amigos me han dejado en la vida.

¿Son malos tiempos para la cultura en general?

Sí. Aquí tenemos muchos productos de autor a los que no se da valor. En otros países la cultura es un bien protegido y nos dan ejemplo lugares muy cercanos como Portugal o Francia, y qué decir del resto de Europa, o por supuesto, Estados Unidos, donde el cine y la televisión son una gran industria. Nosotros vamos con mucho retraso.

PERSONAL

Edad: 41 años.

Lugar de nacimiento: A Coruña.

Familia: Su pareja es el actor Fele Martínez y tienen un hijo de dos años.

Trayectoria: Lleva diez años compaginando su carrera de actriz con la de productora y empresaria. Su último proyecto en cine ha sido Llueven vacas, en la que han participado actores de la talla de Maribel Verdú, Víctor Clavijo, Secun de la Rosa y Asier Etxeandia. En La 1 ha participado en Diarios de la cuarentena.

Futuro: Está a la espera de ver cómo queda el teatro, porque de cara a finales de año tiene prevista una función, y también está pendiente de que pueda comenzar la segunda película de Daniel Guzmán.