Madrid - Víctor Palmero da vida a Alba, la hija transexual de Antonio Recio. Un personaje que le apasiona, que supone un desafío para él y que va más allá de la comedia con éxito que ha superado las diez temporadas. No se imagina lo que tiene que ser en la vida real tener un padre como Antonio Recio.
¿Cómo lleva el personaje de Alba?
-Disfruto mucho con este personaje y soy feliz con la respuesta que está dando el espectador; casi toda la gente que me para por la calle me lanza miradas bonitas y me dice cosas preciosas.
Siendo una comedia disparatada, muchos pensarían en su personaje como una parodia.
-Nunca haría de Alba una parodia; como ser humano me encanta y me gusta hacer de ella una gran mujer. Alba me está dando mucho y lo mío es hacer una apuesta por ella.
¿Y cómo es ella?
-Es tierna, es dulce y es loca. Es un conjunto que hace que el personaje te cale, te inspire y te obligue a dar lo mejor de ti. Alba es toda ternura. Pienso que la gente ve en ella a una mujer alegre, una mujer que quiere vivir, que quiere ser querida?
En televisión no hay muchos personajes de transexuales.
-Siempre he pensado que frente al humor irreverente de La que se avecina, se puede intentar que se vea normal que haya gente que quiera cambiar su sexo, que es algo que no perjudica a nadie y que posibilitarlo hará feliz a muchas personas.
No parece un personaje tan loco como los demás.
-Bueno, según se mire. Alba es una mujer inteligente, cuerda y serena, aunque, en ocasiones, saque su genio con su padre y se desquicie. Es que Antonio Recio puede llegar a desquiciar a cualquiera, ¡vaya personaje!
¿Se lo imagina de padre?
-Creo que no, ni en mis peores pesadillas. Ja, ja, ja? Antonio Recio es increíble.
Una locura de comunidad.
-La locura está en todas las casas. Vaya donde vaya Alba la locura está instalada en todo Montepinar. Ha estado en casa de sus padres, en la de Amador, en la de Enrique? y siempre hay problemas, se ve que estar loco en esa comunidad es una obligación y está generalizado.
¿Sería usted capaz de vivir en una comunidad de esas características?
-Rotundamente no, ni de coña. Me gusta mucho la tranquilidad, no suelo tener problemas con los vecinos y creo que cada uno en su casa está mejor. No me gustaría en la vida real el lío que se traen entre manos en esta comunidad tan peculiar.
¿Cuánto tiempo lleva como actor?
-Más de la mitad de mi vida. Creo que lo primero que hice como actor fue un papelito en una película que se llamaba Aquitania; debía tener entonces unos diez años y ahora tengo 28, así que actuando llevo más de 17 años.
¿El de ‘La que se avecina’ es uno de sus papeles más importantes en televisión?
-Es el que más repercusión ha tenido a nivel mediático, tiene mucha repercusión y eso también ayuda al actor. Antes había hecho pequeñas cosas. He estado en series como Con el culo al aire, Física o química? en esta serie, estoy teniendo muchos más capítulos y a la gente le gusta. No puedo pedir mucho más.
¿Se inspira en alguna mujer para construir un personaje como el de Alba?
-Siempre le intento dar una parte de mí muy importante basándome en la pregunta que me hice desde un principio en esta serie: ¿Cómo sería yo si fuese una mujer? También tienes referentes de lo que has visto hacer a otros actores o humoristas cuando se transformaban en mujeres; me gustaba mucho como lo hacía Millán Salcedo o Paco León haciendo de Raquel Revuelta, el personaje de Soraya en Aída interpretado por Miren Ibarguren? Hay muchas mujeres que has visto y que puedes llevarlas al plató cuando te toca la suerte de tener un personaje del calibre de Alba.
¿Le sorprendió que le propusieran convertirse en Alba?
-Nunca se me había planteado uno igual, fue una sorpresa. Ahora, como llevo casi tres años haciéndolo, tengo el personaje muy definido y no es tan complicado como resultó de primeras. Fue todo un reto, no quería que Alba fuera una parodia, quería hacer una mujer de verdad.
¿Se siente cómodo con el vestuario?
-Lo tengo asumido después del tiempo que llevo haciendo esta comedia?
¿Qué es lo que más le cuesta?
-Los tacones, buff, es horroroso. Admiro mucho más en lo que a vestir se refiere a las mujeres desde que hago de Alba. Hay que tener mucha fuerza de voluntad para subirse en esos edificios con forma de zapato y aguantar un buen rato con sobre ellos.
No exagera. ¿Qué tacones ha llevado?
-¿En centímetros? No podría decir la medida exacta, pero me pusieron unos que eran de aguja, ¿qué podrían tener unos diez centímetros. Los peores son los dedos cerrados, van los dedos agarrotados y es una tortura.
¿Cómo le llaman por la calle, Víctor o Alba?
-Hay de todo, gente que no se sabe mi nombre y que me mira diciendo: Alba, Alba? Dependiendo de la forma en la que te digan el nombre suena mejor o peor. El nombre de ella me gusta, mi mejor amiga de Onda, mi pueblo, se llama Alba Ruiz, tengo una prima que se llama Alba María; las dos están felices con que el personaje se llame como ellas.