vitoria. The following llega esta noche a La Sexta. Muy alejada de las habituales series de policías y criminales, es un producto atípico lleno de sorpresas y algún que otro susto. También sus dos protagonistas son atípicos, ya que apenas han hecho televisión. Uno (Bacon) se ha dedicado al cine y otro (Purefoy) al teatro. Si bien al principio el guion puede parecer rocambolesco, tiene algo adictivo que mantiene al espectador pendiente de la pantalla episodio tras episodio..., especialmente si es un lector devoto de Poe y pilla los guiños cómplices.

El FBI estima que en Estados Unidos hay alrededor de 300 asesinos en serie. La mayoría actúan solos? pero el malo de esta ficción no es un asesino cualquiera. ¿Qué pasaría si estos psicópatas encontraran una forma de comunicarse entre ellos? ¿Y si fueran capaces de formar alianzas? ¿Y si una mente brillante fuera capaz de llegar a todos ellos y activar un culto alrededor de su persona? De esta premisa parte The following.

Cuando el famoso asesino en serie Joe Carroll se escapa del corredor de la muerte, el FBI llama al exagente Ryan Hardy para que les asesore. Hardy fue el responsable de la captura de Carroll en 2003, después de que asesinara a catorce estudiantes en la Universidad de Virginia, donde era profesor de Literatura. Hardy lo sabe todo sobre Carroll, pero ya no es el mismo hombre que le detuvo. Herido física y mentalmente, ha pasado mucho tiempo desde que realizaba trabajo de campo. Episodio tras episodio, la trama avanza como un juego macabro en el que el criminal siempre va por delante del FBI, con cuyos agentes juega como el gato con el ratón. A veces increíble y a veces desesperante, The following siempre es original.