hoy es la gala de los Grammy. Una ceremonia que no emite ninguna de nuestras cadenas pero que iremos viendo como en resúmenes las imágenes de la CBS a los largo de la semana. Este año, la cadena ha dado una paso más en su mojigatería. Ha pedido a las premiadas que no enseñen "carne desnuda". Que se olviden de las trasparencias y de esos desnudos de "pechos y glúteos". Se desconoce a qué viene esta censura previa, esa manera de proteger a un tipo de público o de agradecer al lobby de la extrema derecha que tanto poder está consiguiendo en EEUU y que permanece oculto en los medios de comunicación tras la amplia victoria de Obama. No sé qué opinarán los diseñadores de moda de esta norma de la cadena americana, lo cierto es que uno comienza alargando las minifaldas y acaba poniendo dos rombos. O haciendo vídeos de hienas como el que ha hecho TV3 de calentamiento para el partido del año. Ni cortos ni perezosos, han intercalado escenas de caza de estos animales en los rigores de las sabanas africanas con las entradas de Pepe y otros jugadores a Messi. Ya ven que las trasparencias dejan ver muchas cosas interesantes, como este forofismo que acaba calando en los medios hasta alejarlos de cualquier contacto con la independencia de criterios. Y hablando de criterios, la agencia Fitch mantiene la nota a España justo por encima del bono basura, una clasificación que da un poco de aire a una economía que apenas late ahogada por una recesión acrecentada por los dirigentes que nos gobiernan. No sé el valor que le darán ustedes a las afirmación de esta agencia que en lo único que se fija es en que los estados no puedan endeudarse. Con seis millones de parados, necesita para sus habitantes espectáculos donde las trasparencias impidan ver a los depredadores y el abismo que nos rodea.