Londres. Kate Middleton no prometerá "obedecer" sino "amar, confortar y honrar" al príncipe Guillermo cuando pronuncie los votos matrimoniales en la abadía de Westminster, en Londres.
La pareja utilizará para la ocasión la ceremonia prevista en la serie uno del Libro de Oración Común de la Iglesia de Inglaterra.
También se informó de que la novia avanzará del brazo de su padre por el pasillo central de la abadía a los sones dramáticos de un himno de la coronación, el titulado I was glad, del compositor británico Charles Hubert Hastings Parry, inspirado en el salmo 122. Parry lo compuso para la coronación del rey Eduardo VII en la abadía de Westminster, en 1902, pero es un himno muy popular en las bodas.
Los recién casados abandonarán la abadía al sonido de otra pieza muy conocida, la marcha Crown Imperial (Corona Imperial), del también británico William Walton, que se tocó ya en la boda del príncipe Carlos y Diana, los padres de Guillermo.
Mientras llega la hora, casi un centenar de tiendas de campaña se alinearon en la acera frente a la abadía de Westminster y en sus aledaños, con monárquicos, mitómanos y curiosos, que desafiaron al agua y a temperaturas de unos 10 grados centígrados. El coste del enlace supondrá un desembolso de 22,9 millones de euros a las arcas inglesas, de los cuales 21,6 millones se destinarán exclusivamente a preservar la seguridad de los invitados.
Los novios tenían previsto pasar por separado la noche de ayer, con el príncipe en la residencia de su padre, en Clarence House, y la novia, junto a sus padres y sus hermanos Pippa y James, en un céntrico hotel de cinco estrellas blindado para la ocasión.