Las asociaciones LGTBI denuncian un repunte de las agresiones y delitos de odio
Igualdad acuerda con las autonomías la primera Estrategia Estatal para evitar la discriminación de personas LGTBI
Las asociaciones y colectivos LGTBI de Euskadi denuncian con preocupación un aumento significativo de las agresiones y actos de violencia que sufren sus integrantes. A pesar de que las cifras oficiales hablan de un descenso general de los delitos de odio, los ataques motivados por la orientación o identidad sexual continúan al alza.
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Óscar Arroyuelo, coordinador de la Comisión de Derechos Humanos de Gehitu, es una de las voces que alerta sobre la gravedad de la situación. “No creemos que haya una reducción, ni mucho menos. En la realidad hay un aumento muy significativo de agresiones y de violencia”, asegura con firmeza. “Cuando los informes dicen lo contrario, están blanqueando una situación y ocultando toda la problemática real que existe”.
Según el último informe del Gobierno vasco, los delitos de odio en Euskadi descendieron un 16 % en 2024, pero dentro de ese descenso global se registra un aumento en las agresiones por LGTBIfobia. Se contabilizaron 54 incidentes, nueve más que en 2023, que representan el 23% del total de delitos de odio registrados en el territorio.
Arroyuelo advierte que estos datos son “muy parciales” y que no reflejan la verdadera dimensión del problema. Además, recuerda que más del 80% de los incidentes relacionados con la orientación o identidad sexual no son denunciados, lo que dificulta enormemente una evaluación precisa y una respuesta adecuada. “Desde nuestra perspectiva, hay una cuestión extraña que está ocultando parte de la realidad porque no se ha hecho un esfuerzo serio para una recogida de datos más completa y global”, explica.
“Hay funcionarios que desaniman a la gente a presentar una denuncia diciendo que no va a tener recorrido”
A esto se suma el desánimo de muchas víctimas a la hora de acudir a denunciar. "Hemos tenido experiencias en las que los propios funcionarios desaniman a las personas a presentar una denuncia, diciéndoles que ‘esto no va a tener recorrido’ y que se meten en ‘un jardín sin salida’. Eso genera recelo y aumenta la invisibilidad de las agresiones”, señala.
Alfonso Setiey, presidente de Anitzak Bilbao, recuerda que “aunque se hable de un descenso general de delitos de odio, seguimos viendo ataques constantes”. Pone como ejemplo un caso en la Aste Nagusia bilbaína en el que un menor de 17 años fue insultado con comentarios homófobos en el metro. “Un joven que apenas se está formando como persona y recibe violencia gratuita que puede hacerle retroceder, esconderse o tener miedo de ser quien es”.
A juicio del consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, “la defensa de la convivencia, la pluralidad y los derechos humanos no es una opción, sino una responsabilidad”.
Lucha contra la discriminación
En este contexto, el Ministerio de Igualdad y las comunidades autónomas han acordado la primera Estrategia Estatal para la no discriminación de personas LGTBI. Esta estrategia se convertirá en la herramienta clave de cooperación entre administraciones para impulsar el desarrollo de la ley que garantiza la igualdad real de las personas trans, así como para consolidar políticas públicas que salvaguarden los derechos del colectivo LGTBI. También campañas de sensibilización y acciones dirigidas a fomentar la visibilidad y la aceptación de la diversidad sexual y de género, con medidas específicas para prevenir y detectar situaciones de discriminación o violencia.
Alfonso Setiey acoge la medida con ilusión: “Es un avance positivo. Por fin hablamos de una norma a nivel estatal y no de que cada comunidad tenga la suya, lo cual genera desigualdades”. Además señala que era necesaria: “En Euskadi tenemos la suerte de contar con una ley vasca de no discriminación, pero es fundamental que haya un paraguas que cubra a todas las comunidades, porque si no, en aquellas donde gobiernan partidos de ultraderecha, podemos perder avances”.
“La Estrategia Estatal no tiene recursos asignados y su éxito dependerá de la voluntad política”
Sin embargo, Arroyuelo alerta de que esta estrategia es “un complemento normativo con buenas ideas, pero sin recursos asignados, y su éxito dependerá de la voluntad política para implementarla”. Además, según indica, su implementación podría estar en peligro porque las comunidades autónomas gobernadas por partidos contrarios a la conocida como ley trans la han recurrido o dificultan su aplicación efectiva.
Desde la Federación Estatal LGTBI+ destacan que este acuerdo es “hoy más necesario que nunca ante el aumento alarmante de agresiones, discriminaciones y vulneraciones de derechos que se están produciendo en un clima social y político cada vez más polarizado”. En este sentido, su presidenta Paula Iglesias denuncia que los discursos de odio no son “marginales”, sino que “se han institucionalizado, amplificándose desde parlamentos, platós de televisión, medios de comunicación tradicionales y redes sociales”.
“Hay que romper la inercia social que normaliza el odio y la violencia hacia las personas LGTBI”
Alfonso Setiey insiste en que la violencia no solo persiste, sino que cuenta con un amplio respaldo social. “Todavía existe mucha tolerancia hacia la violencia contra el colectivo LGTBI. Es como si se aceptara porque siempre ha estado ahí. Hay que romper con esa inercia. Necesitamos leyes, mecanismos y respaldo institucional para que se actúe, para que se persiga, para que la ciudadanía sepa que puede denunciar y que haya consecuencias”.
Para el presidente de Anitzak Bilbao, la clave está en llevar las leyes a la práctica en los ámbitos más cotidianos: “No basta con que existan leyes si luego no se aplican en ámbitos como la educación, la sanidad o el empleo. Es ahí donde se construye la igualdad real”.
“Si no hay un paraguas estatal, donde gobierna la ultraderecha se pueden perder avances”
Condena internacional
El Gobierno español y el colombiano, que ocupan este bienio las dos copresidencias de turno de la Coalición por la Igualdad de Derechos (CID), han condenado recientemente las leyes que discriminan por orientación sexual e identidad de género. En la declaración, denominada ‘Manifiesto por la libertad de expresión y reunión LGTBI’, se destaca que “en las sociedades plurales y tolerantes que respetan la diversidad no hay cabida para la prohibición de una manifestación libre y no violenta como es el orgullo LGTBI”. Ambos países hacen un llamamiento a rechazar los intentos legislativos que presenten a las personas LGTBI de forma que se refuercen estereotipos en su contra.
Día del Orgullo LGTBI
Todo esto ocurre a escasas fechas de que el próximo sábado 28 de junio se celebre el Día Internacional del Orgullo, una jornada fundamental para defender los derechos del colectivo LGTBI y la diversidad. “El orgullo no es solo una celebración festiva, tiene una dimensión histórica porque reconoce a todas esas personas que se atrevieron a decir ‘basta’ cuando nadie más lo hacía, que dijeron ‘soy lo que soy y no me voy a esconder’. Y tiene también una dimensión de presente y futuro, porque sirve para decirle a la sociedad que seguimos aquí, que nos tienen que respetar y que nuestras vidas importan”, apunta Alfonso Setiey.
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