El restaurante de las exmonjas de Belorado, con peticiones de reserva antes de abrir

Las exmonjas del Monasterio de Santa Clara de Belorado continúan trabajando en los preparativos de apertura en las próximas semanas de su restaurante de clausura en Arriondas, que ya ha recibido numerosas solicitudes de reserva para probar algunos de los platos que formarán parte de este proyecto gastronómico.

Las monjas excomulgadas el pasado mes de junio por estar enfrentadas a la estructura de la Iglesia alquilaron recientemente el hotel 'Ribera del Chicu' en esta localidad asturiana, por 1.600 euros mensuales, y están inmersas en intensas jornadas de trabajo para abrir un establecimiento hostelero que ya ha recibido licencia de apertura.

Restaurante

Las exclarisas dedicarán una parte del hotel a su residencia y otra será para ubicar el restaurante, en cuya cocina estarán las hermanas y el comedor será atendido por "seglares", ha explicado Sor Berit, una de las exreligiosas que participan en el proyecto que nace como una solución temporal a sus problemas económicos mientras se resuelve la demanda de desahucio presentada por el Arzobispado de Burgos.

Mientras tres exreligiosas se encargarán del local para poder hacer frente a sus gastos económicos, el resto se quedará en el convento burgalés y realizará tareas de apoyo en el establecimiento cuando sea necesario.

"Se nos están cerrando unas puertas y tenemos que abrir otras. Tenemos que facturar para generar recursos y poder vivir. En tiempo de guerra, uno tiene que salir adelante con lo que tiene", ha dicho la exmonja en el perfil en redes sociales del jefe de prensa de las exclarisas, Francisco Canals.

Tras agradecer el apoyo recibido por parte de los vecinos de la zona, sor Berit ha subrayado que están inmersas "con muchísima ilusión" en este proyecto gastronómico que combinará platos tradicionales asturianos y recetas propias.

La iniciativa se completará con la puesta en marcha de obradores para elaborar sus famosos chocolates y con la compra de un terreno de 7.000 metros cuadrados, próximo al local, que se destinará a la cría y el entrenamiento de perros, para desarrollar proyectos, por ejemplo, de atención a mujeres maltratadas o formación de perros guía. "Yo, habitualmente, estoy en Belorado. Vendré cuando me necesiten. Mi labor en la comunidad es ayudar donde haga falta", ha expresado Sor Berit.