Las exmonjas del monasterio de Santa Clara de Belorado y de Orduña han asegurado este martes, a través de un comunicado de la que fuera abadesa, Laura García de Viedma, que su comunidad estuvo siempre al corriente de las obligaciones financieras hasta la intervención del Arzobispado.

En el escrito, en el que García de Viedma aclara que actúa en representación de la asociación que resulta de la transformación de la entidad religiosa Monasterio de Santa Clara de Belorado, expone que se ha detectado la usurpación ilegítima de sus cuentas bancarias.

"En base a las recientes manifestaciones publicadas en diversos medios de prensa y provenientes del mismísimo Arzobispado de Burgos, se ha detectado la usurpación ilegítima de las cuentas bancarias pertenecientes a nuestra comunidad (hoy asociación), sin que medie procedimiento judicial alguno que justifique dicha intervención", ha considerado.

Como consecuencia de esta usurpación, "están proliferando informaciones falsas que nos presentan como morosas ante empresas y particulares, afectando gravemente a nuestra reputación", ha reflejado en el comunicado, en el que destaca que siempre han cumplido "puntualmente" con sus obligaciones financieras.

"Resulta especialmente alarmante que la persona ahora a cargo de nuestras cuentas haya sido previamente sancionada por el Banco de España debido a irregularidades en la gestión de cuentas de terceros", ha criticado, antes de reclamar que el Banco de España tome conocimiento de esta situación.

En el escrito, ha insistido en que siempre han asumido la responsabilidad de todas las facturas generadas por su comunidad y que, hasta la intervención del Arzobispado, estaban al corriente de todas las obligaciones financieras.

"Esta intervención no solo nos está asfixiando económicamente, sino que también nos está proyectando ante la opinión pública como deudoras y caprichosas, lo cual dista mucho de nuestra realidad y nuestra conducta habitual", ha lamentado.

Ante esta situación, ha solicitado que se inicien las investigaciones correspondientes para esclarecer los hechos denunciados y se restablezca "la legítima titularidad y gestión" de sus cuentas bancarias.

Ha demandado que se depuren responsabilidades por la usurpación "ilegítima" de sus cuentas y "por la difusión de informaciones falsas" que afectan a su reputación y que se informe y, en su caso, se solicite la intervención del Banco de España respecto a la gestión de estas cuentas por parte de una persona previamente sancionada por dicha entidad.

"En defensa de nuestro buen nombre y derechos, no dudaremos en emprender todas las acciones legales que sean necesarias, incluyendo la interposición de demandas sucesivas hasta lograr el resarcimiento correspondiente", ha advertido.

El abogado que representa a las exmonjas ha manifestado a EFE que se han producido dos hechos, uno de ellos que se separan de la Iglesia católica y el otro que la entidad se transforma en una asociación con sus estatutos, presidenta y junta directiva.

Ha sostenido que el arzobispo no es el representante de esa asociación y ha recordado que el monasterio cuenta con una actividad de elaboración y venta de dulces que conlleva contratos con proveedores y vendedores.

Si las cuentas bancarias las controla el arzobispado se causarían perjuicios porque las deudas las pagaban con los beneficios de la actividad económica que desarrollaban, ha agregado.