El Papa Francisco explicó hoy, con voz cansada, que no estaba bien de salud y que prefería no leer el discurso que tenía preparado al recibir a miembros de la Conferencia de rabinos europeos, pero no interrumpió las actividades de su agenda de esta mañana.

"Buenos días, os saludo a todos y os doy la bienvenida. Gracias por esta visita que tanto me gusta, pero sucede que no estoy bien de salud y por eso prefiero no leer el discurso sino dároslo y que vosotros lo llevéis", dijo el papa con voz cansada y algo ronca.

El Vaticano no ha informado sobre el estado de salud de Francisco, que mantuvo las numerosas audiencias que tenía por la mañana. Entre ellas, la del presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès, con quien ha departido durante cerca de 40 minutos. Durante el encuentro se abordaron diferentes temas, entre ellos "la preocupación compartida por la situación de Israel y Palestina", informaron fuentes de la Generalitat.

El encuentro en la biblioteca del Palacio apostólico del Vaticano comenzó a 09.25 hora local y fue, como suele ser habitual, una reunión entre ambos a solas, que las fuentes calificaron de "muy cordial".

Durante la conversación "se pudieron compartir puntos de vista sobre distintos temas" y también se expresó "la preocupación compartida por la situación de Israel y Palestina", añadieron.

La audiencia fue solicitada por el presidente de la Generalitat el pasado 22 de junio en una carta en la que también se hacía referencia a las relaciones entre las instituciones catalanas y el Vaticano y a la proximidad de dos acontecimientos relevantes en Catalunya, como son la celebración en 2025 del milenario de la Abadía de Montserrat y la culminación de las obras de la Sagrada Familia.

Según destaca la Generalitat, se trata de la segunda vez en la que el Papa ha recibido en audiencia a un presidente catalán en el Vaticano, después de que Juan Pablo II se reuniera con Jordi Pujol en 1981, si bien en 2002 el mismo Juan Pablo II recibió a Artur Mas cuando era conseller en cap del Govern.

Pujol también se encontró con Juan Pablo II en la visita del Papa a Catalunya en 1982, mientras que José Montilla, en su etapa como presidente catalán, recibió a Benedicto XVI en su visita a Barcelona en 2010.