El Departamento de Educación ha mantenido esta mañana una reunión con las patronales de la enseñanza concertada (Ikastolen Elkartea y Kristau Eskola) para intentar encauzar el problema suscitado a raíz de la aplicación de los criterios antisegregación escolar incluidos en el proceso de matriculación del curso 2023-2024. A diferencia de la semana pasada, cuando las ikastolas se declararon en rebeldía contra la nueva normativa, se negaron públicamente a remitir a otros centros al alumnado que no ha sido admitido en primera opción y amagaron con recurrir el Decreto de Admisión del Alumnado hoy ha sido todo prudencia entorno a una reunión todos los agentes declinaron confirmar.

Este pacto de silencio hace pensar que, tanto las patronales de la red concertada, como el propio Departamento de Educación quieren alejar del foco el desencuentro abierto con el objetivo de dar con una fórmula para revolverlo de forma discreta, máxime cuando el proceso de matriculación sigue abierto después de que el martes se cerrase el periodo de reclamaciones de las listas provisionales de admitidos. Las Delegaciones Territoriales del Departamento de Educación tienen de plazo hasta el próximo 27 de abril para responder a todas las reclamaciones interpuestas por las familias que se han sentido perjudicadas porque sus hijos o hijas no han sido admitidos en el colegio que marcarcaron como primera opción, y en muchos casos como única opción.

94% DE LOS ESCOLARES CON PLAZA

Según reveló el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, en el pleno parlamentario celebrado el pasado viernes, el porcentaje de escolares que han logrado plaza en las aulas de 2 años en el colegio elegido como primera opción ha sido “similar” al de procesos de prematrícula previos en los que regía la normativa anterior. Así, este año han conseguido plaza el 94% de los 11.963 solicitantes, mientras que el 3,8 % ha logrado plaza en uno de los colegios pedidos y al 2,3 % se les ha adjudicado desde la administración.

En caso de que Educación no responda de forma satisfactoria a las familias cuyos hijos han sido recolocados de oficio en otros centros, el procedimiento administrativo prevé un periodo para que éstas puedan presentar un recurso de alzada, cuyas listas definitivas se publicarán el 22 de mayo.

CONTEXTO

La polémica tiene su origen en la decisión de Educación de impulsar un nuevo modelo de matriculación con el objetivo de lograr una escolarización equilibrada del alumnado vulnerable en centros de ambas redes. El pasado 7 de abril, el 90,6% del Parlamento Vasco acordó unas bases para la futura Ley de Educación, además de consensuar 43 medidas concretas, que se irán desarrollando durante los próximos años. Dentro de la filosofía del Pacto Educativo, así como de lo recogido en algunas de las mencionadas acciones, se encuentra la necesidad de luchar contra la segregación.

Entre las novedades del curso 2023-2024, el Decreto de Admisión recoge que todos los centros, tanto públicos como privados, ubicados en la misma zona escolar, deberán de asumir el mismo porcentaje de alumnado vulnerable. El Departamento de Educación, tras analizar el alumnado ya matriculado, define cuál es el porcentaje medio de alumnado vulnerable en cada zona escolar. En un máximo de tres cursos, todos los centros deberán escolarizar el mismo porcentaje de vulnerables. Para que el proceso sea progresivo, se inicia desde el aula de 2 años.

El resto de alumnado ya matriculado seguirá su itinerario sin que este proceso le afecte lo más mínimo. Para lograr ese equilibrio, el Educación ha determinado el número de plazas de 2 años que cada centro deberá reservar para acoger al alumnado vulnerable. Todas estas medidas son conocidas por todos los agentes educativos y patronales educativas.

Por poner un ejemplo, si en un colegio se ofertan 40 plazas y Educación determina que se tiene que reservar el 10% de ellas (4), las 36 restantes estarán a disposición del alumnado no-vulnerable. Puede darse el caso que, inicialmente, no se cubran esas 4 plazas. Esas vacantes se cubrirán con el alumnado que llega al sistema a lo largo del curso. Hay que tener en cuenta que cada curso se escolarizan fuera de plazo entre 4.000 y 5.000 estudiantes, lo que se conoce como matrícula viva.