El padre de Álex, el niño de 9 años presuntamente asesinado tras ser agredido sexualmente en Lardero el 21 de octubre de 2021, ha asegurado este miércoles que, desde entonces, todos en la familia se encuentran "como muertos en vida" porque les han "quitado toda la alegría".

David, el padre de Álex, ha declarado en la tercera jornada del juicio con tribunal popular que se celebra en la Audiencia Provincial de Logroño contra Francisco Javier Almeida, considerado presunto autor de estos hechos y quien estaba en libertad condicional desde abril de 2020.

Ha recordado que esa tarde se encontraba con su esposa y otro matrimonio amigo en un merendero de estos, junto al parque Entre Ríos de Lardero, donde jugaban sus hijos disfrazados por la fiesta de Halloween.

"Justo antes de cenar, Álex nos pidió despedirse de unos amiguitos y le dejamos salir al parque con la hija de la otra pareja. No fue nada, enseguida vino la niña y dijo que se lo había llevado un señor. A todo correr salimos a buscarlo y mi mujer llamó a la Policía", ha relatado muy emocionado.

Después, ha proseguido, buscaron primero en los portales situados enfrente del edificio del acusado, hasta que encontraron al niño; varios sanitarios que había por la zona intentaron reanimar al menor, pero ya no tenía pulso ni respiraba, según han confirmado este miércoles un médico y una enfermera que acudieron a asistir al pequeño.

En respuesta a preguntas del jurado, ha indicado que a su hijo le gustaban los animales, pero también era "miedoso" cuando veía a un perro por la calle; y ha considerado "imposible" que se hubiese ido de forma voluntaria con un desconocido, por lo que cree que "se lo tuvo que llevar a la fuerza".

DENUNCIAS PREVIAS

    Durante la búsqueda de Álex, su padre ha precisado que un vecino de la zona le contó que ya había pasado algo, dado que un hombre se había intentado llevar a algún niño y habían llamado a la Policía.

En relación a este asunto, han declarado como testigos tres madres vecinas de esta zona, una de las cuáles ha indicado que llamó a la Policía Local de Lardero porque, una semana y media antes de los hechos, el acusado devolvió una pelota en el parque su hija y a una amiga, de unos 7 u 8 años, y les invitó a ir a su casa para ver unos pajaritos.

Ha agregado que llamó a la Policía Local de Lardero para poner una denuncia, pero lo agentes le dijeron que no tenían contra quién ponerla y, además, no había pasado nada, pero les recomendaron que estuvieran vigilantes y se comprometieron a vigilar más la zona, que después patrullaban en moto.

También ha declarado otra vecina de la zona, cuyo hijo había fotografiado previamente al acusado asomado a la ventana de su casa, ya que los menores lo habían encontrado varias veces sentado en el parque y les parecía "muy oscuro".

El fiscal y las acusaciones particular, por la familia de Álex, y la popular, representada por la Asociación Clara Campoamor, exigen para Almeida prisión permanente revisable por el delito de asesinato y 15 años de cárcel por el de agresión sexual; mientras que su defensa pide la absolución.

FORENSES

Por su parte, las dos forenses que realizaron la autopsia a Álex han constatado este miércoles que la causa de la muerte fue la asfixia, tras una agresión ejercida con violencia extrema y brutalidad.

Estas médicas han declarado también en la tercera jornada del juicio con tribunal popular que se celebra en la Audiencia Provincial de Logroño contra Francisco Javier Almeida, considerado presunto autor del asesinato y agresión sexual del menor, mientras se encontraba en libertad condicional.

Las dos forenses del Instituto de Medicina Legal de La Rioja, quienes también tomaron muestras biológicas del cadáver antes de su levantamiento, han explicado que el niño no tenía en el cuerpo lesiones de tipo erosivo que sugieran que hubo algún tipo de lucha o defensa frente a su agresor.

A partir de las lesiones en el cuello del pequeño, concluyeron que la muerte se produjo por "compresión", lo que le provocó una hemorragia en el oído izquierdo; y también encontraron sangre en ambos orificios nasales.

Han insistido en que la presión ejercida sobre el cuello fue muy fuerte porque las hemorragias eran muy intensas, mucho más que las lesiones producidas tras un ahorcamiento, una causa de muerte en la que han dicho que tienen experiencia en autopsias.

Todos los moratones que tenía Álex en la cara, cuello y tórax se produjeron en vida, muchos de ellos por sujeción o inmovilización, según han interpretado en su informe.

COMPRESIÓN INTENSA Y PROLONGADA

    También han indicado que el agresor presionó, con mucha fuerza y un tiempo prolongado, con el antebrazo sobre el cuello del niño, con una compresión muy intensa, que habitualmente hace perder el conocimiento en un plazo de entre 5 y 8 segundos.

Sin embargo, han matizado que esta pérdida de conocimiento no fue rápida porque hay lesiones causadas por la erosión de la ropa del pequeño sobre su piel, provocadas por el movimiento del niño al intentar un mecanismo de huida.

"El agresor no hizo la fuerza suficiente en el primer momento como para provocar su muerte", ha concluido una de las forenses tras analizar las lesiones, tanto internas como externas.

En este sentido, el abogado defensor le ha preguntado si esas marcas "podrían ser compatibles con taparle la boca al niño para evitar que gritase, no para matarle", pero una de las doctoras ha puntualizado que ella no puede valorar la intencionalidad de los actos.

Además, han detallado que encontraron en el cuerpo del niño marcas de sujeción sobre una superficie firme, como el suelo o una pared; y en su mano había una equimosis o pequeño hematoma de aspecto digitado, lo que les llevó a pensar que su agresor le inmovilizó.