Los neurocirujanos del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona han extirpado con éxito la parte del tumor que quedaba en la cabeza de Oliver, el niño malagueño de dos años y medio que en octubre viajó desde México para ser tratado de su cáncer en el Estado.

El niño se ha sometido este lunes a una tercera intervención para extirparle la parte del tumor que no se le extrajo en la anterior cirugía.

Fuentes del centro sanitario barcelonés han explicado a EFE que la operación ha ido bien y que se le ha podido retirar esa parte del tumor.

Superada la intervención, Oliver proseguirá el tratamiento radioterapia con protonterapia en un centro de Madrid.

Oliver y su familia viajaron el pasado 26 de octubre en un avión medicalizado costeado por un empresario anónimo desde Cancún (México), donde estaban residiendo, hasta Barcelona, en una carrera contrarreloj para tratar de salvar la vida del pequeño, que tenía un tumor cerebral muy agresivo.

Pasó por el quirófano una primera vez, el 28 de octubre, para tratar la hidrocefalia (acumulación de líquido en cavidades del cerebro), una segunda, el 2 de noviembre, para extirpar el 90 % del tumor, y la tercera este lunes para quitarle lo que quedaba.

Entre esta y la anterior operación, Oliver ha iniciado el tratamiento oncológico que pautaron los doctores, que consiste en un ensayo clínico de quimioterapia y la radioterapia con protones en un centro en Madrid.

Óliver es uno de los mil casos de cáncer infantil que se diagnostican anualmente en el Estado.