Un estudio del Hospital Clínic-IDIBAPS, de Barcelona, ha confirmado la utilidad de un biomarcador en un análisis rutinario de sangre para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer, sin la necesidad de hacer pruebas invasivas y costosas.

Según ha informado este miércoles el Hospital Clínic en un comunicado, la proteína tau fosforilada en una analítica de sangre puede diagnosticar la enfermedad, incluso en personas con síntomas muy iniciales.

El estudio ha sido coordinado por Mircea Balasa, neurólogo de la Unidad Alzheimer y otros trastornos cognitivos e investigador del grupo Enfermedad de Alzheimer y otros trastornos del IDIBAPS; por Raquel Sánchez-Valle, jefa del Servicio de Neurología del Clínic, y Albert Lladó, neurólogo de la Unidad de Alzheimer.

El primer firmante del estudio es Jordi Sarto, neurólogo e investigador del mismo equipo, y también han participado profesionales del Centro de Diagnóstico Biomédico del Clínic.

En la actualidad, los métodos de diagnóstico del alzhéimer son el análisis de biomarcadores en líquido cefalorraquídeo y pruebas de neuroimagen cerebral, que son muy fiables pero caras e invasivos para los pacientes, lo que limita su uso generalizado.

Hasta ahora, se han encontrado distintos marcadores en sangre para el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer, pero solo se han probado en grupos de pacientes muy concretos, "con lo que faltan datos en cohortes de práctica clínica habitual para poder implementar su uso sistemático como herramientas diagnósticas", se indica en la nota.

El objetivo del estudio fue determinar la capacidad diagnóstica de cinco biomarcadores en sangre: p-tau 181, t-tau, NfL, GFAP y UCH-L1.

Para ello, entre junio de 2019 y el mismo mes de 2021 se incluyeron a 349 personas en el estudio, todas ellas atendidas de forma consecutiva en la Unidad Alzheimer y otros trastornos cognitivos del Hospital Clínic de Barcelona.

A todas se les hicieron pruebas del tratamiento estándar, como cognitivas y de neuroimagen, exploración neuropsicológica, determinación de marcadores en líquido cefalorraquídeo y una prueba PET de imagen, y también se les extrajo una muestra de sangre para la determinación de los cinco marcadores plasmáticos de deterioro cognitivo en estudio.

Los resultados de este estudio "demuestran que la proteína ptau 181 plásmática se correlaciona con la presencia de la enfermedad de Alzheimer", se afirma en el comunicado.

Jordi Sarto ha precisado que "este biomarcador fue capaz de distinguir entre personas con Alzheimer y personas con problemas cognitivos no neurodegenerativos".

Además, la ptau 181 en plasma podría haber evitado más de la mitad de las pruebas diagnósticas confirmatorias en LCR o PET.

Albert Lladó ha apuntado que "la idea no es sustituir los biomarcadores en líquido cefalorraquídeo o la detección de placas amiloides mediante un PET sino que, en base a estos resultados, reducir estas pruebas según los niveles de ptau 181".

Además, la combinación de ptau 181 plasmática y los neurofilamentos (NfL) se correlacionó con un diagnóstico de demencia frontotemporal, otro tipo de enfermedad neurodegenerativa.

Mircea Balasa ha indicado que "estos resultados sugieren que estas pruebas tienen un rendimiento diagnóstico adecuado para implementarse a nivel de las unidades de demencia hospitalarias para incrementar la certeza de un diagnóstico clínico y ahorrar pruebas más caras (PET cerebral) o invasivas (punción lumbar) en muchas personas".

Los autores del estudio han considerado que "para un uso clínico sistemático, el siguiente paso sería obtener la aprobación de las autoridades reguladoras de cara a la financiación de estas pruebas a través del sistema público de salud".

Este estudio, que ha sido publicado en la revista Neurology, ha sido posible gracias a la financiación del Instituto de Salud Carlos III.