La Audiencia Provincial de Valladolid ha condenado a un hombre, nacido en 1971, a una pena de once años y un día de prisión por un delito continuado de abusos sexuales cometido contra su hija desde que tenía 7 años, y a la prohibición de acercarse a ella a menos de 500 metros durante diecisiete años.

La sentencia, facilitada este viernes por fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL), establece, además, también por un periodo de diecisiete años, la prohibición de acercarse al domicilio y centro de estudios o trabajo de la víctima, y de comunicarse con ella por cualquier medio.

Para su ejecución con posterioridad a la pena privativa de libertad impuesta, la resolución fija la medida de libertad vigilada durante siete años, e impone al acusado el pago de 8.000 euros por daños morales y veinte días de localización permanente por un delito de amenazas.

Los abusos ocurrieron entre 2008 y 2014 y, en una fecha no determinada de junio o julio de 2020, el acusado, que no aceptaba una relación de pareja que su hija mantenía, le manifestó que iba a matar a su novio, a la vez que cogió un cuchillo, según los hechos probados que figuran en la sentencia.

Las acusaciones pública y particular habían reclamado penas que sumaban quince años y cuatro meses de prisión, mientras la defensa había demandado la absolución. Contra la resolución judicial, cabe recurso de apelación.