Las palabras de la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, sobre el cambio de modelo de Osakidetza por la falta de personal médico, han provocado un gran revuelo mediático que ayer, la propia Sagardui matizó, clarificando los conceptos referidos a la movilidad y al cierre de centros. De hecho, la máxima titular sanitaria aseguró que Osakidetza “no cerrará ningún ambulatorio este verano” y que los cambios hacia un nuevo modelo de Atención Primaria y hospitalaria durarán “una década y más”.

En una entrevista en Radio Euskadi, Sagardui afirmó “no entender” la polémica creada por sus declaraciones, en las que dijo que habrá un cambio cultural con “mayor movilidad” de los ciudadanos para recibir ciertos tratamientos, y un mayor protagonismo de la Enfermería y la teleasistencia. Sobre este aumento de movilidad, aseguró que estaba hablando de los procesos muy especializados, como tener que desplazarse a Donostia para un tratamiento oncológico, pero no de Atención Primaria. “Me refería a los retos de futuro que tienen las nuevas soluciones médicas y, en ello, estábamos hablando de la gran especialización y el gran despliegue tecnológico que determinados procesos van a requerir”, puntualizó en declaraciones a la entrada al XXVIII Congreso de Medicina General y de Familia.

“No dije nada que no lleve diciendo durante el año y medio que llevo, y hay que contextualizar, hablaba de los retos de futuro”, argumentó, antes de recalcar que esos cambios “se aplicarán progresivamente”. De cara a este verano, aseveró que “no se cerrará ningún ambulatorio”, aunque como otros años se acortarán por las tardes los horarios de atención, de forma que los centros que cierran a las 8 de la tarde lo harán a las 5 y los que atendían en invierno hasta las 5 lo harán hasta las 3 de la tarde. “Los ciudadanos vascos seguirán teniendo la atención sanitaria que tienen, de absoluta calidad”, aseveró.

Asimismo precisó que la falta de médicos de Atención Primaria, así como de enfermeros, es un problema global y afectará más a las zonas rurales e insistió en que Osakidetza ha “contratado todo lo disponible” con ofertas realizadas “casi uno a uno”, pero que “si no hay, no se puede contratar”.

La consejera defendió que para paliar ese déficit se recurrirá a medidas como la atención telefónica, con videoconferencia cuando sea con especialistas, y un mayor protagonismo de la Enfermería.

La consejera sostuvo que los profesionales de Enfermería pueden tener un consultorio “a su cargo con absoluta solvencia” y que es una práctica que ya se hace en los centros de salud en determinadas circunstancias. “Absolutamente para nada eso desprestigia a los médicos, hay que respetar al resto de profesionales y no generar competencias entre equipos profesionales”, reclamó.

Reacciones adversas

Todos lo partidos de la oposición criticaron ayer los planteamientos deslizados por la consejera de Salud al interpretar un recorte de servicios en los ambulatorios. La parlamentaria de EH Bildu, Rebeka Ubera, consideró que ese “cambio cultural” del que habla la consejera es “un eufemismo para no hablar de desmantelamiento, recortes y privatización”.

En una comparecencia muy dura, señaló que la falta de médicos de familia no es un asunto que “cae del cielo”, sino que es consecuencia de las políticas desarrolladas durante años por los sucesivos departamentos de Salud. Opinó que esta carencia se da por el actual modelo de contratación y las condiciones laborales que se ofrecen a los facultativos jóvenes que están optando por otras especialidades o por otros sistemas de salud. “Llevamos muchos años con recortes en las consultas en verano que se están ampliando al resto del año”, denunció Ubera tras exigir un cambio de política para mejorar las condiciones laborales del personal sanitario.

Desde Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi, aseguró que la “privatización” del sistema sanitario público vasco no puede ser “encubierta bajo el eufemismo de cambio cultural” y censuró que Salud pretenda “caminar hacia el modelo de Ayuso”.

Tachó de “lamentables” los planteamientos de más movilidad para recibir atención médica y aseguró que la “falta de previsión”, la “dejación de la Atención Primaria”, el “recorte de horarios”, la “falta de recursos” y la “externalización de servicios” no es un “cambio cultural, sino una decisión política”. Afirmó que la consejera no puede “escudarse” en que faltan médicos para hablar de ese cambio de modelo, porque, la falta de sanitarios es “consecuencia de la falta de previsión”.

También compareció para hablar expresamente de este tema, la parlamentaria del grupo PP+C’s Laura Garrido, quien señaló que la estrategia de la Atención Primaria no aborda la situación de falta de facultativos de la que se lleva alertando varios años por el alto número de profesionales que se va jubilando y la gran demanda de servicios sanitarios en Euskadi donde la población cada vez está más envejecida. En este sentido, recordó que desde hace años se conoce que para el año 2027 se prevé la jubilación de 500 médicos de una plantilla de 1.718 facultativos.