Ana María Cameno, conocida como 'la reina de la coca', se ha acogido a su derecho a no declarar en el juicio que ha comenzado este martes contra ella derivado de su detención en 2014 junto a su expareja sentimental cuando supuestamente dirigía la distribución de 100 kilos de cocaína en el Estado. Vestida completamente de blanco, 'la reina de la coca' se ha sentado en el banquillo de la Audiencia Nacional para enfrentarse a los 25 años de prisión que pide para ella la Fiscalía Antidroga por delitos contra la salud pública, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas.
De los trece acusados que hay en total por estos hechos, Cameno ha sido la tercera en ser llamada a declarar ante el tribunal de la sección segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional que la está juzgando tras varios aplazamientos desde enero de 2020, fecha en que fue señalado por primera vez este juicio.
La acusada, que se encuentra en libertad provisional, se ha limitado a anunciar que no iba a declarar y el presidente del tribunal José Antonio Mora le ha permitido entonces abandonar la sala, a lo que ella ha respondido que se iba a quedar y se ha despedido de los magistrados con un educado "gracias, buenos días". Además del delito de narcotráfico, se le imputa un presunto blanqueo de millones de euros en Panamá a través del chiringuito financiero Bandenia.
El que fuera director de esta entidad, José Miguel Artiles, que por estos hechos se enfrenta a 4 años de cárcel, ha sido de los pocos acusados que han querido responder al fiscal, al que ha terminado manifestando su malestar por la situación en la que se ha visto envuelto al considerarse engañado por la persona que le confío los fondos que supuestamente procedían de Cameno y su expareja para hacer las transferencias a Panamá en distintas operaciones.
Se trata del acusado Jesús Gil Martín, que también ha declarado, para negar haber llevado ninguna entrega de dinero a la entidad, en la que él tenía una cuenta. Artiles ha relatado al respecto que antes de abrirle la cuenta, a Gil, como a todos los clientes, se le hizo un estudio sobre su patrimonio -una empresa de seguridad, una nave industrial y una armería- y que la experiencia comercial con él antes de "todo esto" fueron unos 7 meses y la relación siempre fue normal.Víctima de una "maldad"
Tras sentirse víctima de una "maldad", Artiles ha alegado que carecía de una "vara mágica para adivinar" un engaño en la procedencia del dinero y ha destacado que ni tan siquiera La Caixa, entidad en la que Bandenia tenía una cuenta con la que operaba, les puso ningún problema y ha señalado que respecto a Jesús Gil no existía ningún tipo de "warning" en las listas de alerta por actividades financieras irregulares.
Además de la pena de prisión, el fiscal pide para Cameno y para su expareja una multa "del cuádruplo del valor de la sustancia estupefaciente" y otra de 1,2 millones de euros por el blanqueo. Este juicio ha sido aplazado en numerosas ocasiones, una de ellas por estar Cameno hospitalizada y la última fue este mismo lunes por la incomparecencia de un abogado y de la expareja de la principal acusada cuando fue detenida, José Ramón M.P.
Esto motivó que el tribunal decretase una orden de busca y captura e ingreso inmediato en prisión de este procesado, para el que el Ministerio Público solicita 21 años de cárcel por delitos contra la salud pública, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas. Junto a 'la reina de la coca' se sientan en el banquillo otros seis arrestados en Madrid, Cádiz, Alicante y Valladolid a raíz de la detención de Cameno, quienes se enfrentan a 13 años de cárcel.
También están acusadas otras cinco personas vinculadas al blanqueo del dinero obtenido con la venta de la droga, para los que se piden penas de 5 y 4 años. Esta operación supuso la desarticulación de una red de narcotraficantes de la que Cameno era la cabecilla y que había montado una estructura para blanquear las ganancias en productos financieros y mediante transferencias a Panamá.
Según las conclusiones provisionales del fiscal, la investigación se inició en 2013 tras detectar que Cameno, que ya había estado vinculada a distintas operaciones de narcotráfico, "continuaba desarrollando" este tipo de actividades. "Mantenía contactos regulares tanto con suministradores como con los encargados del transporte", mientras que su pareja "se ocupaba de los pagos correspondientes a las ventas de esta sustancia, así como de los contactos con la red que garantizaría la ocultación" de las ganancias, expone el fiscal en su escrito.