- Un total de 115 organizaciones, integradas en el movimiento Salvemos la Atención Primaria (AP), alzaron la voz el domingo en varios puntos de España para defender la Atención Primaria de una situación de “deterioro y colapso” que se ha arrastrado desde hace 15 años, lo que puede acarrear en la desaparición del primer nivel asistencial. La movilización en Madrid coreó consignas como La Atención Primaria siempre es necesaria, mientras que portaban carteles con mensajes tales como Más sanitarios, muy necesarios, ¡Recortemos ya a los recortadores!.
Humberto Muñoz, secretario de CCOO, sostuvo que es necesaria una actuación urgente basada en aumentar el presupuesto, reforzar las plantillas y cambiar los modos de gestión. “Se necesita recuperar unos centros accesibles. No puede ser que la demora media de la cita sea de seis días y que el 35% de las personas que piden cita tarden más de una semana en dársela. Por ello también hay que volver a una atención presencial y recuperar lo que era la AP: el eslabón cercano a la ciudadanía, que es la puerta de entrada al sistema y resuelve el 80% de problemas de salud de la ciudadanía”.
Las organizaciones han propuesto recuperar lo recortado en los últimos años, incrementando la inversión dedicada a la AP hasta el 25% del presupuesto sanitario.
El objetivo final que pretenden lograr, según el portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, Marciano Sánchez, es lograr que los ciudadanos que pidan la cita sean atendidos en un máximo de 48 horas. “Las demoras son intolerables. Entendemos que se debe hacer un esfuerzo importante para responder ante esta situación. La AP es un punto crítico del funcionamiento del sistema sanitario público”, defendió.
Ana Isabel García, de UGT, advirtió de que no consentirán” que se siga degenerando la AP y prometió seguir luchando para “evitar que se derive en una sanidad privada”.
En lo que respecta al gasto sanitario público dedicado a la AP, estas organizaciones destacan que la comunidad que más destina es Extremadura, con 272 euros por habitante; seguida de Euskadi, con 267 euros, y de Castilla y León, con 262. En cambio, la que menos invierte es Madrid, que destina 150 euros por vecino.
Por ello, defienden que el esfuerzo presupuestario sea distinto en cada comunidad y se reparta entre el Gobierno central y los distintos territorios.