El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha elevado a siete las víctimas mortales en el naufragio del pesquero español Villa de Pitanxo, con base en Marín (Pontevedra), ocurrido a primeras horas de este martes en aguas canadienses de Terranova, uno de los más trágicos que se recuerdan en las últimas décadas en la flota pesquera española. Otras tres personas han sido rescatadas con vida y 14 continúan desaparecidas.
Entre los 24 tripulantes del barco, dos más de los que constaban en los documentos de Salvamento Marítimo por cambios en el embarque final, figuran 16 españoles, cinco peruanos y tres ghaneses, de acuerdo a los datos oficiales.
El pesquero, propiedad del armador gallego Manuel Nores, perteneciente a la cooperativa de armadores de Vigo (ARVI) y de 50 metros de eslora, se ha hundido sobre las seis de la madrugada hora española a 450 kilómetros al sureste de Terranova, tal y como registró la baliza de la embarcación.
Las autoridades intentaron contactar con el pesquero, sin respuesta
Fuentes del Centro Nacional de Coordinación de Salvamento Marítimo han confirmado a EFE que el barco emitió dos alertas a las 5:24 horas, que fueron recibidas en el Centro Nacional de Coordinación de Salvamento Marítimo (CNCS) de Madrid, pero a pesar de que las autoridades intentaron contactar con ellos en varias ocasiones nadie respondió.
En las labores de rescate participan desde el primer momento dos pesqueros que faenaban por la zona, con los que sí se pudo establecer contacto vía satélite, el portugués Novo Virgem da Barca y el español Playa Menduiña Dos.
Este último es el que ha hallado, a las 10:37 horas (09.37 gmt) según la cronología de los hechos facilitada por los ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación y de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, al que pertenece Salvamento Marítimo, una balsa con los tres supervivientes y los cuatro cadáveres, además de objetos procedentes del naufragio. Juan Padín, el patrón del pesquero, y su sobrino son dos de los tres supervivientes rescatados, según ha informado la alcaldesa de Cangas, Victoria Portas.
Medios de rescate canadienses han encontrado otras balsas "completamente vacías", mientras continúa la búsqueda de una cuarta balsa, de la que se ha perdido el rastro, a cargo de un helicóptero canadiense y con la próxima ayuda de una embarcación del centro de rescate de Halifax que también se dirige a la zona.
Shock hipotérmico
Los tres tripulantes rescatados hasta ahora presentan un "shock hipotérmico", según la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, porque "la situación en las aguas de Terranova era muy mala y la temperatura del agua es terrible".
Desde Canadá, el teniente comandante Brian Owens, del Centro de Coordinación de Rescate con base en Halifax, ha confirmado que el helicóptero y un avión no han podido encontrar restos del pesquero y por ello se teme que la embarcación se ha hundido en su totalidad.
Además, Owens ha calificado las condiciones de la mar en la zona como "difíciles", con olas de cuatro metros de altura y visibilidad de sólo unos 500 metros (un cuarto de milla náutica).
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha manifestado en redes sociales que el Ejecutivo sigue "con inquietud y preocupación las tareas de búsqueda y rescate de la tripulación del barco gallego hundido en aguas de Terranova" y "permanece en contacto continuo con los servicios de salvamento", al tiempo que ha expresado todo su "cariño" para las familias.
El embajador de España en Canadá, Alfredo Martínez Serrano, ha informado a EFE de que el cónsul general en Montreal está viajando a Terranova para asistir en las labores de búsqueda y rescate de los ocupantes del pesquero español.
Pesquería Nores Marín S.L, armadora del buque, ha emitido un comunicado en el que indica que "se desconocen las causas" que pudieron provocar el hundimiento y que los esfuerzos están centrados en el rescate.
La alcaldesa de Marín, María Ramallo, ha declarado que no recuerda "una tragedia de tal magnitud" para esta localidad pontevedresa y ha añadido que "es un día muy difícil" y que este accidente "afecta" no solo a Marín, en donde el barco tenía su puerto base, sino también a toda la comarca de O Morrazo, el lugar en el que residían casi todos los tripulantes.