a Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha diseñado, gracias a la financiación de Innova Social (Fundación Caja Navarra y Fundación la Caixa), unas gafas de realidad virtual para pacientes oncológicos y sus familiares. El uso de este aparato por parte de personas en tratamiento de quimioterapia “ha logrado disminuir un 84% la sensación de dolor, un 26% la ansiedad antes del tratamiento y el 88% de las personas que las han utilizado tienen la sensación de que el tiempo ha pasado más rápido”, destacó la asociación en una rueda de prensa en el Hospital Universitario de Navarra (HUN).
Marisa Villafranca, psicooncóloga de la AECC y coordinadora de programas, explicó que este proyecto se ha realizado con el objetivo de “mejorar la calidad de vida de los pacientes que están en tratamiento en el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O)”. Así, pretende proporcionar apoyo y acompañamiento virtual a los pacientes con cáncer que están recibiendo quimioterapia, los que se encuentren en la sala de espera de radioterapia y quienes sean atendidos en el servicio de atención psicológica prestado por la asociación en el HUN, de forma que puedan mejorar la sintomatología emocional y la adaptación al tratamiento. No obstante, según datos de la AECC, aproximadamente la mitad de las personas con esta patología durante la quimioterapia presentan malestar emocional y/o ansiedad asociados al tratamiento.
La AECC comenzó a trabajar en este proyecto en 2019. Sin embargo, se paralizó por la pandemia y se volvió a retomar el pasado mes de septiembre. La idea es que las gafas de realidad virtual se entreguen a los pacientes oncológicos en las sesiones de quimio para que, mediante la visualización, puedan evadirse y trasladarles a otros lugares ayudándoles a mejorar su bienestar, así como a disminuir la percepción de dolor y de ansiedad durante el tratamiento. Para ello, han elaborado dos tipos de contenidos (de distracción y de psicología), que serán elegidos para cada paciente por el profesional que le atienda.
Así, según expuso Villafranca, la asociación “generó tres contenidos distractores -dos de los cuales no requieren interacción del usuario-. Están guiados por los voluntarios, con el fin de reducir el estrés de las personas que están en las salas de tratamiento y salas de espera, y también de reducir la percepción del dolor y, por tanto, del tiempo pasado en estas salas”.
Como en Navarra no está todavía permitido el voluntariado dentro de los hospitales por la covid-19, esta parte del proyecto piloto se ha llevado a cabo en el Hospital 12 de octubre de Madrid y en el Hospital l’Esperit Sant de Barcelona. Allí, han participado 44 pacientes en tratamiento, con unos resultados “positivos”. La experta indicó que “los cambios a nivel emocional se han producido en más de diez personas, mejorando su nivel de ansiedad, reduciendo la inquietud y el 100% de la personas que han visionado los contenidos distractores recomiendan el uso de las gafas”.
Por otro lado, también han diseñado dos contenidos desde el ámbito de la Psicología con el objetivo de poder utilizarlos en las consultas de Psicooncología como una técnica más dentro de la terapia. Esta parte, en cambio, sí se ha podido desarrollar en el Hospital Universitario de Navarra. En ella, señaló Villafranca, han participado 22 personas, de las cuales “el 77% eran mujeres; el 54% eran pacientes; el 27%, supervivientes; y el 17%, familiares”. Asimismo, mencionó que el 82% presentaba sintomatología ansiosa y el 18%, ansiosa-depresiva.
En este caso, el objetivo del proyecto es “conseguir reducir los niveles de ansiedad y de depresión, así como disminuir la percepción de dolor”. Villafranca afirmó, al respecto, que “el dolor no ha desaparecido, pero sí ha bajado la intensidad de la percepción del dolor y todos han constatado una mejora a nivel de estado emocional”. Por todo ello, concluyó que “el uso de las gafas ha sido muy positivo, enriquecedor”, si bien la idea es seguir mejorando esta tecnología -que ya se usa en EEUU- para implementarla en otras comunidades autónomas. Asimismo, expresó su deseo de que, dentro de Navarra, se puedan “usar estas gafas en mayores espacios ahora que parece que la situación sanitaria, poco a poco, va mejorando”.