El Gobierno vasco pretende reducir en un 30 % los residuos que se generen en Euskadi en los próximos diez años y reutilizar el 85 % de los considerados no peligrosos convirtiéndolos en materiales secundarios.
Estos son algunos de los objetivos recogidos en el Plan de Prevención y Gestión de Residuos 2030 que ha sido aprobado este martes por el Consejo de Gobierno y que establece diversas acciones que se ejecutarán con una inversión de 97 millones de euros.
La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, ha explicado que una de las metas fijadas en este plan es que se minimicen los vertidos como opción para final para los residuos.
Según las últimas cifras aportadas, en Euskadi la generación de residuos en 2018 alcanzó las 6.089.377 toneladas, un 4 % menos que en 2010, de los que más de la mitad, el 55 %, corresponden a residuos no peligrosos, un 20 % a los derivados de la construcción y demolición, otro 20 % a los municipales y un 5 % son peligrosos.
Menos del 1 % de estos residuos se prepararon para la reutilización, mientras que el 57 % se recicla, un 6 % se destina a la energía y un 37 % se elimina mayoritariamente en vertederos.
El plan recoge las necesidades de vertido que tendrá la economía vasca en la próxima década y señala que tras el incidente de Zaldibar, en el que el murieron dos trabajadores tras su derrumbe, y el cierre de los vertederos de Mutiloa y Larrabetzu, la capacidad de los residuos no peligrosos para la próxima década en los diez vertederos en activo es de 4.000.000 metros cúbicos.
Sin embargo, la previsión es que se necesitará hasta 2030 una capacidad de vertido de 7.500.000 metros cúbicos.
Por ello se plantea la reducción progresiva del vertido de residuos desde el 37 % hasta el 15 % en 2030, lo que requerirá la "adecuación" de los vertederos actuales para hacer frente a esa necesidad.
Así, según ha avanzado la consejera, el Gobierno vasco se plantea cambiar la operativa de vertido actual y convertir los vertederos en depósitos donde los residuos se almacenen ordenados para facilitar su posible aprovechamiento futuro.
Entre las acciones que se van a poner en marcha en el marco de este plan, Tapia ha avanzado que se activará un "canon de vertido e incineración" de residuos en línea con la legislación estatal "bajo la premisa de que no puede resultar más barato verter un residuo que reciclarlo".
Se incrementarán además las inspecciones y sanciones para garantizar la adecuación de las instalaciones de gestión de residuos y su buen funcionamiento.
Se desarrollará una solución público-privada de almacenamiento intermedio para un mayor control de los materiales destinados a la reutilización y se buscarán soluciones definitivas para los residuos plásticos que eviten su eliminación en vertederos.
Asimismo se fomentará la compra pública y privada verde de materiales secundarios.