- Un 6,8% de los maltratadores penados que se han sometido a un programa de intervención para agresores por violencia machista son reincidentes a los cinco años, una cifra que se eleva al 11% a los 11 años. Este porcentaje se incrementa hasta el 30% en el caso de los maltratadores que no se han sometido a este tipo de programas previstos para aquellos hombres que han sido condenados por violencia machista pero que no han ingresado en prisión. Para los psicólogos de Instituciones Penitencias que se encargan de este tipo programa de intervención para agresores en medidas alternativas (Priama) desde hace 14 años, la tasa de reincidencia de los hombres que se han sometido a estas terapia “es un éxito”, teniendo en cuenta la dificultad de trabajar con personas que no reconocen el daño causado.
“Al no haber ingresado en prisión no se ven como delincuentes, se sienten víctimas, creen que no han hecho nada y que la ley está de parte de las mujeres”, explicaba una de las psicólogas especializadas que trabaja en el programa desde su origen.
“El objetivo de estos programas de intervención es erradicar las conductas violentas y disminuir la probabilidad de reincidencia en actos de violencia de género por parte de personas condenadas”, aportaba la psicóloga. De este modo, no “solo se trabaja con los agresores, sino que el objetivo de la ley es proteger a las víctimas, intentando evitar la reincidencia”. Una de las mayores dificultades para la intervención con estas personas es su pensamiento sexista y el hecho de que no reconozcan el mal causado. A este sentimiento se suma que “tienen una negación al delito, quieren olvidar y se sienten estigmatizados”, a la vez que rechazan acudir a ningún tipo de terapia a la que se ven obligados a ir.