Desde su propia experiencia, David Saavedra relata en Memorias de un exnazi. Veinte años en la extrema derecha española, su experiencia en el interior de lo que él llama "la burbuja" nazi y cómo consiguió salir de ella. "El nazismo es más que una ideología, es como una secta", asegura.

El autor no sólo ha vivido la experiencia en primera persona, también se ha hecho todo un experto tras estudiar durante años la teoría e historia del nazismo. En su libro, recién publicado por Ediciones B, enumera la amplia bibliografía nazi que ha analizado.

"Todo se reduce a una gran conspiración de poderes judíos, eres el único que los ves y decides encomendar tu vida a luchar contra ellos. Eso fue lo que hice desde que tenía 16 años, todo estaba orientado a esa misión", cuenta Saavedra en una entrevista a Efe.

Empezó a escribir este libro como una forma de terapia para encontrarse a sí mismo y entender lo que le sucedió. "Si hace diez años me hubieran dicho que acabaría escribiendo este libro, sin lugar a dudas me habría arrojado de un puente para evitarlo", asegura.

Como portada, una foto de su espalda tatuada donde se puede ver la frase "mi honor se llama fidelidad" en alemán, coronando un retrato del lugarteniente de Hitler, Rudolf Hess.

¿Por qué esa frase y ese personaje? Porque representaba a la perfección la ideología que defendía en aquel momento: "Fidelidad hasta la muerte en aquello en lo que creía", la idea de lealtad a la causa nacionalsocialista y a Hitler.

No se define como exnazi, sino como exnacionalsocialista, y cuenta que, aunque esas ideas ya no están dentro de su cabeza, sí hay una parte que sigue en él, condicionando sus pensamientos a unos niveles que no es capaz de controlar.

Ante la pregunta ¿se puede rehabilitar a un extremista?, cree que se puede "reconducir a un extremista" y, para ello, hace falta lo que él llama la "reconexión" con la visión de la realidad. Salir de esta burbuja y volver a conectarse con la realidad ha sido para él una "ruptura vital". El objetivo de este libro "es conseguir que otros no caigan en este mundo."

Militar de oficio pero con vocación de docente, ya ha dado alguna charla en colegios sobre este tema. "Yo cuando tenía 15 años no sabía nada de los nazis. No tuve información que contrastar y es un discurso muy atractivo pintado de gloria, de honor, a un chaval en la adolescencia eso le llama la atención", señala.

A pesar de haber sufrido amenazas tras la publicación del libro y de alguna entrevista televisiva, asegura que no se siente intimidado y que tiene claro cuál es su objetivo.

"Yo voy a estar aquí, contando esto, o se acostumbran a mí o me matan", afirma rotundo, antes de añadir que esas amenazan son "una prueba" de todo lo que dice en el libro.

Es más preocupante cómo, "disfrazado de ideología política, el fanatismo amenaza con volver a irrumpir en nuestra sociedad". Y ve indicios en los discursos de los partidos de extrema derecha de su relación con el mundo nazi, pues todos los radicalismos comparten la misma estructura de pensamiento.

"Son las mismas estructuras, es lo mismo, pero cambiando el mensaje. Yo pensaba dentro de la burbuja nazi del mismo modo que un integrista islámico", afirma convencido.

Le dedica el libro a sus padres como un homenaje -"mi madre me pidió en más de una ocasión con lágrimas en los ojos que dejase de ser así"- y lamenta el tiempo perdido con ellos que ya no se puede recuperar.

"Y menos mal que no he salido de ese mundo con un peaje del que me tenga que avergonzar. Yo no he dejado a nadie en silla de ruedas ni sin un ojo, tengo amigos que sí han participado o provocado estas cosas", lamenta.

Además del libro, Saavedra tiene un canal de YouTube donde cada semana publica un vídeo analizando esa "burbuja" en la que estuvo metido. Y ya tiene ideas para más publicaciones.