- Reino Unido recomienda ofrecer vacunas alternativas a la de Oxford/AstraZeneca a los menores de 30 años, después de que se haya detectado un posible vínculo entre ésta e inusuales trombos en adultos jóvenes, anunció ayer el comité conjunto de vacunación e inmunización.

Ese grupo de población tendrá la opción de elegir vacunarse con los preparados de Pfizer y Moderna, también aprobados en este país, aunque los reguladores siguen recomendando la vacuna de AstraZeneca en adultos de más edad al considerar que “los beneficios sobradamente compensan los riegos”.

En una rueda de prensa conjunta, la consejera delegada de la Agencia reguladora de medicinas y productos sanitarios del Reino Unido (MHRA), June Raine, indicó que hasta el 31 de marzo se han registrado 79 casos de trombos con bajo número de plaquetas en personas que recibieron la primera dosis del preparado de la universidad de Oxford. De ellos, 19 personas han muerto, tres de ellas menores de 30 años -aunque en algunos casos se desconoce la causa-. Del total de afectados, de entre 18 y 79 años, 51 son mujeres y 28 hombres, indicó Raine.

El JCVI explicó que sigue recomendado el uso de la vacuna de Oxford/AstraZeneca en los mayores de 30 años porque el riesgo de enfermar de gravedad o morir de covid-19 es “más elevado” que el de desarrollar esos inusuales trombos, que siguen siendo “raros” en el conjunto de la población.

Mientras tanto, países como Italia o Bélgica anunciaron a última hora de la tarde de ayer que priorizarán el antídoto de AstraZeneca para los mayores de 60 años por motivos de seguridad.

Así, basándose en los recientes dictámenes científicos, los ministros de Sanidad belgas decidieron sustituir las vacunas de AstraZeneca por otras para las personas de 18 a 55 años; para las personas de 56 años o más, se seguirán administrando todas las vacunas, según se indicó. Por su parte en Italia se indicó que “la posición es recomendar un uso preferencial del compuesto de AstraZeneca a los sujetos de más de 60 años de edad”, avanzó el presidente del Consejo Superior de Sanidad italiano, Franco Locatelli.