El 28 de febrero de 2020 se notificaron los dos primeros casos de coronavirus en la Comunidad Autónoma Vasca. Un día después, se comunicó el primero en Nafarroa. Por entonces todavía no imaginábamos lo que se nos venía encima. Aunque ya habíamos visto el confinamiento estricto de millones de personas en China, origen del virus, y pese a la evidencia de los estragos que empezaba a causar en Italia, las autoridades sanitarias españolas quitaban hierro al asunto. Seguía primando la versión del "puñado de casos" o del "leve resfriado".
Poco tardamos en comprobar el error. Ante la brutal escalada, el 15 de marzo quedamos confinados en nuestras casas. Estuvimos dos meses en los que nos acostumbramos a las ruedas de prensa diarias tachonadas de uniformes y a los aplausos de consolación a los ocho de la tarde para unos sanitarios que se enfrentaban con lo puesto a una pandemia desbocada que reventaba los hospitales€ y las funerarias. Eso, con la economía cayendo en picado y con miles de trabajadores arrojados, en el mejor de los casos, al ERTE.
Fue el comienzo de una pesadilla en la que permanecemos inmersos, aunque hoy, por fortuna, las vacunas nos apuntan la luz al final del túnel. Como van a leer en este especial, estos han sido doce meses de zozobra, dolor e incertidumbre, pero también de numerosos aprendizajes en ciencia, en economía, en gobernanza, en cuidados o en protección social. Y seguramente, también en el conocimiento de cada uno de nosotros, sometidos a experiencias que nos muestran que la vida no sigue igual.