- A pocos días del inicio de las celebraciones de Navidad, el lehendakari, Iñigo Urkullu, recordó ayer que el principal riesgo es el exceso de confianza, el pensar "a mí no me puede pasar". A través de un vídeo en el que respondió a las preguntas más frecuentes que la sociedad vasca se hace estos días, Urkullu apeló a cumplir las medidas para frenar la expansión del coronavirus ya que "es vital para salvar vidas". Aunque aseguró que la vacuna es un motivo para la esperanza, subrayó que a día de hoy no soluciona el problema como lo hacen la prevención y la autoprotección. "Tenemos una tasa de contagio demasiado alta", reconoció el lehendakari, preocupado ante la posibilidad de que la sociedad se "relaje" estas semanas.
En una entrevista difundida a través de Irekia, Urkullu respondió ayer a las quince preguntas más frecuentes que recibe el Gobierno vasco de manera presencial, en redes sociales o en el servicio de atención de Osakidetza. "El principal riesgo se produce en los momentos en los que nos relajamos", aseguró, en referencia a encuentros con familiares no habituales o con amigos, en fiestas o celebraciones espontáneas. "Está demostrado que el virus no tiene límites, ataca a todos por igual", expuso, dirigiéndose a aquellos que pecan de "exceso de confianza", durante el vídeo difundido con el objetivo de recordar las medidas de prevención y restricciones que se adoptan para hacer frente al covid.
"La vacuna es el factor de la esperanza y tenemos que ser optimistas. Pero la vacuna no resuelve el problema que tenemos hoy. Me preocupa que nos relajemos y pensemos que ya está hecho", reconoció el lehendakari, consciente de que en los próximos días aumentarán la movilidad de la ciudadanía y los encuentros familiares. "Las vacaciones de Navidad son un riesgo y no hay vacuna. La única vacuna es la máxima prevención y la autoprotección", aseguró Urkullu, quien recordó que la tasa de contagio sigue siendo "demasiado alta" mientras que "los efectos de las vacunas tardarán meses". Por ello, apeló al compromiso y a la responsabilidad, antes de subrayar que "cumplir las medidas es vital para salvar vidas".
Pese a que uno de los objetivos del vídeo era facilitar la comprensión de los decretos del 25 de noviembre y del 10 de diciembre, el lehendakari consideró que "ningún decreto puede sustituir lo que como sociedad solidaria podemos hacer". En ese sentido, expresó que "resulta desalentador" no poder disfrutar de las relaciones sociales y familiares. "Reconozco que nada puede reconfortar ese vacío que nos debemos autoimponer, pero pensemos que estamos salvando vidas", instó el lehendakari, quien aseguró vivir la situación en primera persona. "Con que consigamos detener la transmisión del virus hacia una persona más, podríamos conseguir salvar una vida más", expresó.
Durante su intervención recordó que las restricciones en vigor incluyen la limitación de las agrupaciones de personas a un máximo de seis individuos, un límite que -salvo que se anuncien cambios en los próximos días- se elevará a diez personas en las festividades del 24 y el 25 de diciembre y del 31 de diciembre y 1 de enero. "Es una excepción muy concreta y limitada", expuso sobre esta flexibilización en la que ha primado el "factor emocional". A pesar de ello, indicó que "nadie obliga a que se junten diez personas", por lo que es "mejor" que solo sean seis y que no se junten más de dos unidades convivenciales. "Uno de los factores que más facilita la transmisión del virus es la relación continua con personas diferentes", señaló tras instar a limitar las relaciones a los convivientes.
Con las miras puestas en que la Navidad de 2021 pueda celebrarse con normalidad, el lehendakari defendió la decisión de restringir la movilidad nocturna con el objetivo de reducir comportamientos de riesgo como botellones o fiestas clandestinas. Urkullu insistió en que el toque de queda, fijado entre las 22.00 horas y las 6.00 horas -excepto los días festivos de Navidad-, ha sido una de las medidas que se ha demostrado "más eficaz" porque en el ocio nocturno la gente se relaja, se "desinhibe", "usa menos la mascarilla, hay contactos más estrechos y continuados y el riesgo crece". "De noche el virus corre más", describió Urkullu, quien consideró que lo mejor es también permanecer en casa el mayor tiempo posible. "Menos calle es una buena medida de prevención", agregó.
Respecto a las restricciones impuestas a la hostelería, señaló que ese "no es el único sector afectado" por las medidas adoptadas frente a la pandemia. De hecho, destacó el turismo, la cultura y el comercio, entre otras actividades, que también sufren un importante impacto por causa del coronavirus. Además, especificó que el problema, en el caso de la hostelería, es la actitud de los usuarios, que "relajan" las medidas de prevención en los bares y restaurantes, "principalmente". El lehendakari añadió que cumplir las medidas "a rajatabla" es "la mejor forma de ayudar" a estos sectores.
Respecto a la decisión de prohibir la celebración de desfiles navideños o de pruebas deportivas como la San Silvestre en las que se producen aglomeraciones, el lehendakari afirmó que permitirlas habría supuesto asumir un riesgo "innecesario". Urkullu también se refirió a otros aspectos como la restricción de fumar derivada del riesgo en la transmisión del virus por las partículas que puede transportar el humo. En el caso de la práctica de deporte en grupos, recordó que el objetivo es evitar los contagios que se dan debido a la respiración intensa y agitada que puede darse en este contexto.
"Las vacaciones de Navidad son un riesgo y no hay vacuna; la única vacuna es la prevención y la autoprotección"
"Uno de los factores que más facilita la transmisión del virus es la relación con personas diferentes"
Lehendakari