La Federación Plataforma Trans pide una reunión urgente con el Ministerio del Interior y con la ministra de Igualdad, Irene Montero, para abordar las agresiones hacia las mujeres trans, después de que en menos de 24 horas dos mujeres jóvenes trans, una en Barcelona y otra en Madrid, hayan sufrido dos brutales palizas.
La Plataforma considera que "hay que poner freno" a esta "grave situación" con las herramientas que el propio Estado de Derecho tiene, para que no se llegue a convertir en algo común la agresión hacia las mujeres trans.
El pasado jueves 20 de noviembre, Día de la Memoria Trans, Adriana, una joven de 27 años, procedente de Paraguay, se encontraba junto con una amiga en el centro de Madrid cuando dos individuos, con la excusa de pedirlas un cigarro, se acercaron a ellas, momento que en el que uno de los hombres, sin mediar palabra le hizo tocamientos en el pecho y las piernas.
Ante esto, las jóvenes salieron huyendo, intentando zafarse, cuando uno de ellos les dio alcance y cogió del pelo a Adriana, golpeándola en la cabeza y tirándola al suelo, propinándole patadas, puñetazos y agrediéndola con un objeto punzante en la espalda, según relata la víctima en la denuncia interpuesta en la Dependencia Madrid-Centro de la Dirección General de la Policía Nacional y tal como se recoge en el parte de lesiones. La Federación Plataforma Trans está dando apoyo a la víctima, que está siendo atendida por el Servicio LGTBI de la Comunidad de Madrid.
El colectivo muestra una "gran preocupación" ante esta "escalada" de agresiones hacia las personas trans y, en concreto, hacia las mujeres, "que ya viene reforzada por los discursos de odio que, de manera impune, están proliferando en las redes sociales". "Los hechos vividos estos últimos días demuestran que estos discursos constituyen la antesala de las agresiones", aseguran.
En este sentido, la presidenta de la Federación Plataforma Trans, Mar Cámbrolle, advierte: "No podemos volver a la época del miedo y del pánico, por ser quienes somos; ni las madres, ni los padres han de vivir con temor por lo que les pueda suceder a sus hijas e hijos".
A su juicio, la protección de las libertades, integridad física y dignidad de todas las personas, incluidas las personas trans, "es un deber del Estado y las instituciones, que ya cuentan con herramientas para ello".
Sin embargo, lamenta que el hecho de que las personas trans sean "la diana de estas agresiones" pone de manifiesto la necesidad urgente de la Ley Trans estatal, una ley que Cambrollé considera necesaria para abordar de manera integral todas las discriminaciones que sufre el colectivo.