Los 32.000 habitantes de Aranda de Duero (Burgos) han abandonado este viernes el aislamiento en el que se encontraban desde el 7 de agosto para intentar contener la expansión del coronavirus entre la comprensión con la medida adoptada y el enfado por el daño que se ha hecho a su imagen.
Han sido dos semanas de incertidumbre, dudas sobre los motivos de este aislamiento y mezcla entre la indignación por las consecuencias sociales y económicas que esta medida ha tenido, no solo para Aranda de Duero, sino también para toda la comarca y los pequeños municipios que la componen, y comprensión ante la evolución que el coronavirus tenía en la localidad.
Existen vecinos que entienden la necesidad de este plan de contención aprobado por la Junta ante una tasa de incidencia que llegó a superar los cien casos positivos por 10.000 tarjetas sanitarias y que ahora se encuentra a la mitad.
Es el caso de Eva Asensio, coordinadora del Centro de Salud Sur y responsable de los rastreadores, quien ha explicado a EFE que no sabe si la medida adoptada ha sido la adecuada pero que, desde luego, había que tomar alguna medida porque el índice de prevalencia del virus era muy elevado y, además, era casi imposible realizar el seguimiento de los brotes.
"Lo ideal es llegar a un equilibrio entre salud y economía, pero en esta ocasión ha habido que decidir y han preferido la salud. Y hay que tener en cuenta que ni infectados, ni enfermos, ni aislados pueden contribuir al mantenimiento de la economía con lo cual, si seguían subiendo, la economía se iba a resentir igualmente", explica.
En el lado opuesto, vecinos como Antonio Brogeras, arandino que no puede evitar mirar con pena a la calle desde el comercio de su hermano, en plena plaza Mayor.
"El daño ya está hecho y va a ser difícil superarlo. La gente tiene miedo. No gasta con alegría. Y eso lo vamos a notar todos", ha señalado a la Agencia Efe.
Escepticismo ante la vuelta del turismo
La posibilidad de que vuelvan los numerosos visitantes que antaño elegían Aranda de Duero como destino turístico, atraídos por su riqueza monumental y su gastronomía y vinos, se ve también con escepticismo entre los arandinos.
"El confinamiento ha sido la peor campaña de publicidad que ha tenido Aranda de Duero en su historia. Y va a costar contrarrestarla. Y la consejera de Sanidad diciendo que nos desconfinan pero que ¡cuidado! porque el virus sigue por nuestras calles, tampoco ayuda", ha aseverado María de la Fuente desde su comercio de productos musicales.
"No ha tenido ningún sentido. Nos han confinado. Pero no había policía para evitar que se cumpliera, no había quien vigilara que no se celebraran botellones, que no hubiera reuniones más numerosas de lo que se permitía. Ha sido un sinsentido", ha lamentado Carmen, otra arandina que deja patente su enfado con todo lo vivido.
Desde las instituciones y organizaciones empresariales prefieren pensar en positivo y hacer planteamientos de futuro para paliar el mal provocado por esta situación.
Esta medianoche, cuando oficialmente finalizaba el aislamiento, comenzó a circular por redes sociales un vídeo impulsado por la Asociación de Empresarios de Aranda y la Ribera (Asemar) con un mensaje claro: "Comienza la reconquista".
Con una música digna de la banda sonora de cualquier gesta deportiva o de una película bélica, una nutrida representación del empresariado ribereño se ponía sus pinturas de guerra y advertía que desde ese momento recurría al coraje, la fuerza, la valentía, el entusiasmo, la unión y el esfuerzo, y cómo no, al trabajo, para salir adelante con el apoyo de todos sus vecinos.
"Vamos a intentar recuperar estos 14 días y todo el confinamiento anterior. El comercio ya venía tocado del estado de Alarma que nos dejó a cero", ha reconocido Susana de las Heras, presidenta de la Asociación de Comerciantes de Aranda y la Ribera (ACOA).
Por ello, se considera fundamental que la administración regional habilite líneas de ayuda específicas para mitigar los malos resultados que se han obtenido durante este mes por culpa del confinamiento.
"Seguimos solicitando las ayudas económicas que creemos que en justicia nos corresponden y que hasta ahora no tenemos", ha subrayado De las Heras, quien ha recordado que durante el estado de alarma el Gobierno central articuló una serie de medidas económicas para compensar el confinamiento.
Plan de reindustrialización
Han reivindicado también una campaña de promoción que permita subsanar el desprestigio que se ha generado en torno a la localidad, con medios nacionales e internacionales haciéndose eco de Aranda de Duero como uno de los puntos del planeta más afectados por la pandemia.
Por todo ello, desde el entorno empresarial se han mostrado confiados en que la Junta lleve a cabo algún plan de reindustrialización.
Desde el Ayuntamiento también se han comenzado a dar pasos para compensar los malos momentos vividos. La Concejalía de Promoción, Innovación y Turismo ha presentado esta misma mañana una campaña de fomento del consumo en el comercio y la hostelería local bajo el eslogan "A dos metros de ti".
Además, se están dando los últimos pasos burocráticos para convocar los ArandaBonos, que favorezcan el consumo local aportando las arcas municipales parte del valor de lo que se compre.
La propia alcaldesa, Raquel González, ha reconocido en declaraciones a la Agencia EFE que en estos momentos lo que prima en el Ayuntamiento es el consenso entre todos los grupos políticos municipales para recuperar la economía y el ánimo de los ciudadanos.
González, quien ha reconocido que las últimas semanas han sido el momento más duro de su mandato y que ahora mismo el sentimiento que impera es la tristeza, ha sido crítica con la gestión de la Junta de Castilla y León y ha confiado en que compense con una línea de ayudas específicas y una campaña de promoción para la Ribera del Duero.