El viceconsejero de Seguridad del Gobierno vasco, Josu Zubiaga, ha anunciado que el resto óseo hallado este domingo en el vertedero de Zaldibar "pertenece a una persona" y se ha descubierto a una profundidad de 23 metros. Asimismo, el viceconsejero ha pedido a los familiares de los dos trabajadores sepultados --Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán-- "paciencia".
Estos datos han sido dados a conocer en rueda de prensa celebrada esta tarde en Ermua por el viceconsejero de Seguridad, Josu Zubiaga, y el director de Patrimonio Natural y Cambio Climatico, Aitor Zulueta, tras localizarse a primera hora de esta tarde un hueso largo envuelto en una tela.
Zubiaga ha iniciado su intervención con un recuerdo a las familias de los dos trabajadores que llevan "más de seis meses sufriendo la desaparición de sus seres queridos".
"Después de seis meses de trabajo estructurado, de trabajo enfocado a la búsqueda de las personas desparecidas, hemos visto que, después de mover más de 250.000 metros cúbicos de residuos que estaban en la zona donde se ha estado trabajando, de tener que trabajar en unas condiciones muy duras tanto para las personas de Gobierno, de la dirección de Emergencias, del Departamento de Medio Ambiente, de la contrata, ertzainas (..) hoy ese trabajo ha dado un resultado visible".
Zubieta he explicado que se ha encontrado un resto que, en los análisis preliminares que están realizando, tanto la policía científica como los forenses, se determina que es "un resto óseo de una persona".
Ello supone, según ha precisado, que una de las hipótesis de trabajo que se había dado era "buena" y ha señalado que se han tardado seis meses en llegar allí porque "las casas se empiezan desde abajo, hay que cimentar, hay que garantizar la seguridad".
Excavar 23 metros
Zubiaga ha explicado que el resto encontrado estaba en la perpendicular de lo que era en su momento la báscula y, para su localización, ha habido que excavar 23 metros, comparable a un edificio de ocho pisos.
Según ha precisado, a partir de ahora, esa área se delimita como "zona más probable de poder encontrar más restos" y se trabajará "de una forma más quirúrgica, con más cuidado, no una excavación de obra como se ha ido haciendo hasta ahora", y por otro lado se hará el análisis científico del resto encontrado.
Además, Zubiaga ha pedido a las familias un "poquito de paciencia" y ha indicado que estos más de seis meses de trabajo "van dando su resultado".
A preguntas de los periodistas, ha reconocido que, a partir del hallazgo del hueso humano, los forenses tomarán las muestras de ADN correspondientes para su identificación.
"Hay ADN de origen para cotejar con las familias pero hay que ver cómo se puede obtener del hueso encontrado las muestras suficientes", ha afirmado, para añadir que el proceso de identificación "no suele ser rápido y se suele tardar varios días".
En lo que respecta a los restos textiles, ha advertido de que son "absolutamente irreconocibles" tras pasar seis meses enterrados, junto a residuos, y haber estado sometidos en una zona con lixiviados a temperaturas de 70 grados.
Labores de búsqueda
Respecto a las labores de búsqueda, Zubiaga ha anunciado que continuarán este lunes y ha incidido en que, hasta el momento, siempre que se encontraban restos, aunque no fueran humanos, se paralizaba la obra en esa zona, se acotaba y se llevaban a cabo los análisis correspondientes.
"Esta vez la diferencia es que al ser un resto humano debemos preservar los restos y no se puede entrar en esa zona con maquinaria del tamaño que se ha utilizado hasta el momento. Se trata de una labor de arqueología", ha añadido.
Por su parte, Aitor Zulueta ha indicado que el hallazgo de este domingo es fruto de la planificación que habían llevado a cabo en febrero cuando arrancaron los trabajos en el vertedero.
Según ha explicado Zulueta, en ese momento ya estimaban un plazo de seis meses para llegar "a dónde se ha llegado". Zulueta ha indicado, que hace seis meses ya trasladaron que estaban "donde querían estar" y que, "más allá de rendirse", era "un día de esperanza" porque se entraba en la "zona caliente", en la que la probabilidad de encontrar restos humanos era "mayor" en base a la información que tenían de los movimientos de los trabajadores.
Derrumbe
El derrumbe se produjo el 6 de febrero cuando colapsó el vertedero, sepultando a dos de sus trabajadores y liberando ladera abajo miles de toneladas de residuos que almacenaba y que cayeron sobre la autopista AP-8.
Tras el derrumbe, el Juzgado de Instrucción y Primera Instancia número 1 de Durango, partido judicial al que pertenece Zaldibar, abrió el 11 de febrero diligencias previas contra la empresa Verter Recycling 2000 SL, propietaria del vertedero derrumbado en Zaldibar, por un presunto delito ambiental y laboral.
En este proceso se han personado como acusación particular el Ayuntamiento de Zaldibar, y Ekologistak Martxan ha presentado ante los juzgados de Durango una querella en el ejercicio de la acción popular contra Verter Recycling 2002 S.L. y los responsables de la misma, por los hechos que ocasionaron el derrumbe de la masa de residuos acumulados en el vertedero y su posterior desprendimiento.
Por su parte, el 21 de febrero, el Departamento de Medio Ambiente trasladó a la Fiscalía un segundo expediente sancionador abierto a Verter Recycling 2002 a raíz de la información entregada por la compañía, en la que admitía que "el vertedero había detectado anomalías que estaba investigando" y que, el mismo día del derrumbe "estaban trabajando ante unas grietas que habían detectado en el vertedero" y "continuando con su actividad".
En concreto, el informe remitido al Ministerio Público se refiere a la presunta comisión de una "infracción muy grave" del artículo 31.2b de la Ley de Prevención y Control integrados de la Contaminación.
En la información entregada, Medio Ambiente aprecia actuaciones que, "directa e indiciariamente, pudieran tener impacto en la producción o impedimento de la detección temprana del incidente del deslizamiento del vertedero".
A principios de junio, el Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda dio a conocer que iba a remitir, de manera inmediata, a la empresa Verter Recycling 2000 SL las primeras facturas de los trabajos que el Gobierno Vasco está llevando a cabo en la instalación, tras su deslizamiento el pasado 6 de febrero.
Ante la incapacidad de la empresa, el Gobierno Vasco asumió de forma urgente y subsidiaria la dirección, contratación y ejecución de todas las labores de estabilización y control del vertedero que permitieran minimizar el riesgo para el entorno y el medio ambiente y principalmente, posibilitar la búsqueda de los trabajadores con plena seguridad.
En concreto, le remitió un primer bloque de facturas relativas a medidas ya ejecutadas y pagadas a fecha 1 de junio cuya cuantía asciende, según se indica en la resolución, a 3.420.988,71 euros (IVA incluido).
Por otra parte, el 21 de julio, la Ertzaintza procedió a la detención del dueño de la empresa, la gerente de la planta, y un tercer responsable de Verter Recycling 2002.
Posteriomente, fueron puestos en libertad provisional con la obligación de comparecer una vez al mes ante el juez. A los tres responsables de Verter Recycling, que están siendo investigados por un supuesto delito contra la vida y la salud de los trabajadores y otro medioambiental, se les retiró también el pasaporte.