La situación se mantiene constante, en ese estado de extraña normalidad que en las últimas semanas sobrevuela las calles de ciudades como Vitoria, donde en los últimos días y adentrados ya en la fase cero de la desescalada, cientos de viandantes toman las calles pertrechados, eso sí, de todas las medidas de seguridad necesarias para evitar los contagios de un virus que aún sigue pululando en el aire, reacio a marcharse a pesar del buen tiempo. Ayer, hasta el torero, siempre al sol, decidió prevenir antes que curar.