Roma. El barco de la ONG española Open Arms, que tiene a 363 migrantes a bordo tras efectuar cinco rescates, pidió este viernes de nuevo un puerto seguro donde desembarcar cuanto antes.
Fuentes de la ONG española explicaron a EFE que durante la noche se produjo la evacuación a Italia de dos personas que tenían graves quemaduras y fuertes dolores abdominales.
Entre ellos se encontraba un joven somalí, de 17 años, cuyos padres fueron asesinados por el grupo yihadista Al-Shabab y cinco días antes de subir a la patera fue torturado por los traficantes libios.
Open Arms había solicitado su evacuación a Malta, pero fue negada.
La última operación de rescate en estos tres días se produjo durante la noche cuando la red "Alarm Phone" alertó de una patera a la deriva.
El barco humanitario español, el único que en estos momentos opera en aguas del Mediterráneo, respondió a la llamada y localizó a "cerca de cien personas" apiñadas en una peligrosa embarcación de madera.
A bordo, ya había otros 282 inmigrantes salvados en cuatro operaciones distintas, entre ellos tres mujeres y 38 menores no acompañados y que proceden de países como Sudán del Sur, Gambia, Egipto, Senegal, Chad, Burkina Faso, Guinea y República Centroafricana.
El Open Arms es actualmente el único barco humanitario en la zona del Mediterráneo central, después de que otras naves como el Ocean Viking de Médicos Sin Fronteras y SOS Mediterranee y el Alan Kurdi de la ONG alemana Sea Eye fueron autorizados por Italia y Malta a desembarcar a sus rescatados.
El Ministerio del Interior italiano informó este martes de que en lo que va de año 870 migrantes han llegado a Italia, frente a los 155 que lo hicieron durante el mismo periodo del pasado año y los 3.176 de 2018.
Tras la marcha de la ultraderechista Liga del Ejecutivo que aplicó la política de "puertos cerrados", con la formación del nuevo Gobierno integrado por el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y el Partido Demócrata (PD) y otros grupos progresistas, los barcos humanitarios están desembarcando de nuevo en puertos italianos gracias al mecanismo de redistribución de los migrantes en los países europeos disponibles.
Mientras que con el anterior ministro del Interior Matteo Salvini, los barcos de la ONG podían esperar hasta 20 días en el mar, actualmente solo pasan un máximo de cuatro o cinco días hasta que se autoriza su desembarco.