donostia - Nekane Murga, consejera de Salud del Gobierno Vasco, hizo ayer un llamamiento a la población para que done sangre en verano, una época en la que siempre sufren un bajón. El objetivo es “mantener los almacenes de seguridad de los hospitales de Osakidetza, para garantizar el servicio a 35.000 pacientes al año”.

Murga recordó que “es complicado mantener las reservas en verano”. Pese a ello ha destacado que Euskadi es “puntera” en este área y que debe seguir siendo “referente” de solidaridad, llegando a 52.000 donantes el año pasado, cifra que se va a superar con creces en 2019 según informa la Consejería de Salud del Gobierno Vasco. La situación actual del banco de sangre vasco ubicado en Galdakao, según Sabin Urcelay, presidente de la Asociación de Donantes de Sangre de Gipuzkoa, “es muy buena, casi óptima”. Esto tranquiliza a los responsables de la gestión de la sangre vasca, que esperan “no pasar apuros”.

La sociedad vasca tiene una “cultura de donación muy alta, estamos acostumbrados a tener sangre en el hospital cuando vamos, que esté esperando allí a los enfermos”, según Urcelay. Una percepción “engañosa”, puesto que “la sangre no se fabrica por mucho que se trabaje”, y se depende única y exclusivamente de las donaciones de la gente. El presidente de la Asociación de Donantes de Sangre de Gipuzkoa pone un ejemplo esclarecedor: “Las plaquetas caducan en cinco días, y son necesarias para enfermedades medulares o leucemias. Si estamos cinco días sin donaciones, se acaban y tenemos un gravísimo problema. Por suerte eso no pasa”. El máximo responsable de las donaciones de Gipuzkoa recuerda que “para mantener esta maravilla tenemos que lograr que el ritmo de donaciones sea el que necesitamos”.

DONACIÓN TRIPLE El hecho de donar sangre implica responsabilidad y solidaridad, como recalca el comunicado del Gobierno Vasco y también Sabin Urcelay. Pero dentro de la donación hay más asuntos importantes. Además de los grupos sanguíneos, ya mencionados, “de una donación obtienes tres productos”: por un lado, las plaquetas. Es lo más urgente puesto que es lo que más rápido caduca. Por otro, los glóbulos rojos, que tienen una caducidad de 42 días. Y para terminar, el plasma. “Esto último se puede congelar y dura 2 años” dice Urcelay. - U.Valverde